San José

Diario digital del Centro Josefino de Chile

31 enero 2006

Programa dedicado a San José en Radio María


En el taller de San José.

Emisora: Radio María 89. 3 en Santiago de Chile.
Programa: 23.
Día: 10 de Enero de 2006.
Horario: 9: 00 a 9: 30.

Sitio internet para señal en vivo:
http://www.radiomaria.org/media/start.asp?SOURCE=chile&TITLE=chile

El canto de inicio del programa fue: A San José (A Saint Joseph). Inspirado en una poesía de la Doctorcita de la Iglesia Santa Teresa de Lisieux. El tema es de la producción Je choisis tout. (Yo escogí todo). Interpretado por Las Trabajadoras Misioneras de la familia Donum Dei.

En este programa comenté y profundice el texto de Lucas 1, 28-33.

Cerré el programa presentando el canto Trova Josefina del CD Limpio Manantial. La producción es de los Misioneros de San José de Costa Rica (2001) . El canto de la Trova Josefina es interpretado por Pedro Méndez.

Gloria a Jesús, María y José.
Por los siglos de los siglos amén.

P. Óscar m. j.

Nota: El programa es transmitido todos los martes de 09: 00 a 09: 30 hrs. (Hora chilena).

30 enero 2006

El Padre Angel Cuomo y su relación con San José


Tengo derecho a tu ayuda

(En la imagen el p. Ángel es el tercer muchacho de la primera fila. En esta foto Ángel Cuomo es aspirtante de la Acción católica en San José Vesuviano en 1930).

En el mundo interior del padre Ángel Cuomo encontramos una relación notable con San José. El espesor de su vida espiritual ha emergido ya de los hechos de su existencia desde su juventud. Un perfil en tal sentido está bien delineado por monseñor Del Gaudio en su biografía “Un apóstol de los jóvenes”, en los que se pone de relieve su figura de sacerdote, de religioso, de hombre virtuoso y libre, de enamorado de la Inmaculada.

El arte educativo, la capacidad realizadora, la fecunda paternidad espiritual, entrelazada de humildad, y de caridad, especialmente con los jóvenes y con los hermanos, ha sido ya puesta en relieve. El amor por Jesucristo, seguido, defendido, y donado es en él ardiente sin medida; una vez que se ha consagrado, le es fiel hasta el fin; difundir el amor infinito de su corazón y de su presencia eucarística es la misión de su vida. Escribe: “Dios es Amor. El Corazón traspasado se ha convertido en expresión del amor de Jesús, Dios pide una respuesta de amor. . . Yo estoy a la puerta y toco”. Le debe haber quedado bien impreso el testamento espiritual de san Leonardo Murialdo, en el que el recomendaba a los suyos dos deseos: difundir el amor de Dios y la mediación materna de María. ¡Cuánto es grande su amor paterno y providente, gratuito e infinito, actual y personal, tierno y misericordioso! ¡Cuánto es verdadero que toda gracia la obtenemos por medio de María! La devoción a la Virgen es en él tiernísima... está continuamente presente en su predicación, la inculca en todos los modos a los muchachos, a los jóvenes y a los adultos como un tesoro que no tiene precio.

Difunde la Oración, “Mamá del cielo, también hoy mírame y protégeme de todo mal, del miedo, de la tristeza. Ven conmigo, camina junto conmigo, junto a todos mis hermanos del mundo, sobretodo los más infelices y los más solos. Pon en mi corazón y en mis ojos la alegría por todas las cosas bellas que Dios ha creado por el camino de la vida”. La figura de san José tiene en él un importancia especial, se podría decir casi visceral. Parte, en efecto, desde hace años, por ser ciudadano de san José Vesuviano, crecido junto al santuario del Patrono, profundizada, después, en calidad de Josefino con todos sus efectos. Justamente se ha escrito: “Se nota en el Padre Ángel aquella filial confianza en San José que, nos es lícito pensar, la hubiera igualmente tenido aunque si no hubiera sido religioso de san Murialdo”. Por la particularidad de tal devoción, es aportuno asignarle un espacio aparte.

A pocos días de su ordenación sacerdotal, esencia que lo ha acompañado en su crecimiento desde la infancia y ahora debe acompañarlo al sacerdocio: “Acompáñame tú al altar, San José, por muchas razones tengo derecho a tu ayuda y a tu protección”. Es interesante este sentirse en derecho de ser ayudado de parte del santo. Recién ordenado sacerdote, se acerca al altar de san José, en el Santuario de San José Vesuviano, implora del Patrono para sus conciudadanos las más electas gracias y bendiciones, y reza así: “Tu, oh san José, que me has conducido al altar, bendice mi apostolado sacerdotal, bendice y haz comprender a estos fieles devotos el gran honor y la gracia de dar un hijo a Jesús y a la Iglesia.. Haz que entorno a tu santuario florezcan numerosas flores de vocaciones sacerdotales, que bajo tu protección y tus cuidados, oh San José, puedan difundir la luz de la fe en Cristo y el calor de su caridad”. Ruega pues por los padres, el hermano, los parientes, los jóvenes, los sacerdotes, las autoridades, los soldados en guerra; y agrega: “Bendice al P. Pepino que te ha levantado un templo tan bello, bendice a los Padres Josefinos que en tu nombre trabajan entre tus fieles”: Como ya relevado, ha tenido seguramente una influencia con su relación especial con el santo Monseñor José Ambrosio, fundador del santuario y párroco de su infancia.

Conocemos, pues su deseo, muchas veces reiterado, en lo que se refiere a su parroquia de origen: “Se hacen votos para que se convierta en el Santuario nacional de la Congregación y un centro de irradiación de la devoción a San José”. Como hemos visto, cuando se encuentra en su pueblo en el trágico septiembre de 1942, bajo las bombas y las retorsiones nazistas, exclama: “¡Jesús, misericordia! ¡San José! La muerte está cercana”. En este contexto son más que significativas expresiones: “He visto la muerte con los ojos. Señor, Virgen Santa, San José, les agradezco por haberme salvado”. Y también: “San José, protégenos y defiéndenos... escucho el estruendo y una aparato en caída; me acurruco e invoco a Jesús, María y José”. Y al final, librado del peligro: “¡Gracias a Dios San José nos ha protegido!”.


Tomado del PDA: La voz de San José (La voce di San Giuseppe), Enero 2006, pp. 4-5.

Traducción del Italiano: cenjosch

29 enero 2006

Del Boletín Familia de Murialdo * AMA enero 2006



Un hombre de esperanza

Multitudes aspiran hoy a un porvenir de paz, a una humanidad liberada de las amenazas de la violencia y del hambre. Con el paso del milenio hay gentes sobrecogidas por la inquietud ante el futuro y se encuentran asustadas e inmovilizadas. San José era un hombre justo, una persona que en virtud de la razón obra según justicia, la virtud que reúne a todas las demás.

A José, “el silencioso”, está presente en el Evangelio. Se puede acusar a los evangelistas que le hayan citado pocas veces y con brevedad, pero San José no es un hombre indeciso y poco dado a actuar, él es justo, por ello actúa. Es una persona proporcionada desde el uso de la razón en entregar de si mismo lo que corresponde, obedece con amor a la revelación del estado de su esposa, se repite en viajes arriesgadísimos para mantener incólume a su familia, ejerce de padre, y se le conoce por ser un trabajador, ¡nada menos!

La tradición estética ha reafirmado excesivamente su duda, y nos lo coloca sombrío, decrépito y exhausto ante la belleza fruto de la gracia que es su esposa, y ante la juventud mesiánica de Jesús. San José en el Evangelio tiene un protagonismo interno indudable ante el romper de los nuevos tiempos mesiánicos, entre las convulsiones epocales y la esperanza que alcanza lo que anhela, Cristo, el Mesías prometido, el Hijo de Dios que lo muestra como Amor.

El drama histórico no es infrecuente cuando aparecen nuevas épocas y convicciones, el bien y la paz no surgen humanamente por un abandono temeroso, San José toma continuamente decisiones, “decidió abandonar a su Esposa”, pero la toma como Esposa “porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mt 1,20), “ le pone al Hijo un nombre”, va a empadronarse a Belén donde su mujer da a luz un hijo, allí junto a su mujer recibe numerosas visitas de pastores y reyes porque el niño había sido indicado por la profecía o el oráculo divino como el Mesías, ante la persecución “se levanta y va a Egipto”, “vuelve” a pesar de la incertidumbre a “la tierra de Isarel” donde se establece, es carpintero.

La vida de José recoge el drama histórico del surgimiento de nuevos tiempos, allí donde aparece humanamente el bien, la verdad y la justicia las tensiones y reacciones se crecen.

José actúa, toma sus decisiones y entra en acción no irreflexivamente; piensa lo que sucede y resuelve dar lo que otros, por su situación, esperan de él. Estamos tentados en esperar de San José, descripciones a la altura del momento, que entrase en una fase dialéctica de oposición ante el perseguidor, ante situaciones no programadas, ante la pobreza en la que se ven envueltos sus viajes. No, San José actúa según corresponde en la anomalía de la situación, procurando el mayor bien, confiando en la misma razón humana ante situaciones concretas; se pone al servicio de la causa humana y de nuevos tiempos de los cuales tiene noticia gracias a la fe.

Nos encontramos en un período en el que muchos se preguntan: ¿pero qué es la fe? La fe es una confianza muy sencilla en Dios, un impulso de confianza indispensable, retomada sin cesar en el transcurso de la vida. San José es un hombre de fe, la incertidumbre y la razón son iluminadas por la fe, es la misma fe que le lleva a actuar con evidencia y dentro de la proporcionalidad de la acción y del servicio a la que está llamado el ser humano en la comunidad y la sociedad. El Evangelio denota externamente como San José es un hombre que actúa con paz, ¡Sí! es un hombre de paz, no deja de reemprenderse con impulso y vive confiado.

En cada uno puede haber dudas. No tienen nada de inquietante. Quisiéramos, sobre todo, escuchar como San José el susurro de Dios en nuestros corazones, ¿Tienes dudas? No te inquietes, no te alarmes hasta el punto de refugiarte en el aislamiento o en una reacción incalculada, Cristo dice: “Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.” (cf. Jn 14,16-18 y 27). Dios existe independientemente de nuestra fe o de nuestras dudas. Cuando se da en nosotros la duda, Dios no se aleja de nosotros. Hay muchos que han hecho este descubrimiento sorprendente: el amor de Dios puede florecer también en un corazón tocado por las dudas. Dostoievski escribió un día en su Cuaderno de notas: “Soy un hijo de la duda y de la increencia. ¡Qué terrible sufrimiento me ha costado y me cuesta esta sed de creer, que es sin embargo, más fuerte en mi alma, por más que haya en mí argumentos contrarios… Es a través del crisol de la duda, que ha pasado mi “hosanna”. Y con todo, Dostoievski podía continuar: “No hay nada más bello, más profundo, más perfecto que Cristo; no solamente no lo hay, es que no puede haberlo. Cuando este hombre de Dios deja presentir que en él coexiste el no creyente con el creyente, su amor apasionado por Cristo, el Mesías que ya ha llegado”, no mengua. (L.)

Tomado del Boletín: Familia de Murialdo * AMA, n. 11 , enero 2006, pp. 3-4

28 enero 2006

60 años de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores



Audiencia a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos
(ACLI)

Nos encontramos hoy en ocasión del sesenta aniversario de la fundación de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos. Saludo al Presidente Luis Bobba, agradeciéndole cordialmente las palabras de cortesía, a mí dirigidas, que me han llegado verdaderamente; saludo a los otros dirigentes y a cada uno de ustedes. Doy un saludo especial a los obispos y a los sacerdotes que los acompañan y se preocupan de su formación espiritual. El nacimiento de su asociación se debe a la intuición previsora del Papa Pío XII, de venerada memoria, que quiso dar cuerpo a una visible e incisiva presencia de católicos italianos en el mundo del trabajo, valiéndose de la preciosa colaboración del entonces Sustituto de la Secretaría de Estado, Juan Bautista Montini. Diez años más tarde, el 1 de mayo de 1955, el mismo Pontífice habría instituido la fiesta de San José obrero, para indicar a todos los trabajadores del mundo el camino de la santificación personal a través del trabajo, y restituir así, al cansancio cotidiano, la perspectiva de una auténtica humanización. También hoy la cuestión del trabajo, al centro de cambios rápidos y complejos, no cesa de interpelar la conciencia humana, y exige que no se pierda de vista el principio de fondo que debe orientar toda opción concreta: el bien, es decir, de todo ser humano y de toda la sociedad.

Benedicto XVI
Vaticano, 27 de enero de 2006

Fragmento tomado de:
http://212.77.1.245/news_services/bulletin/news/17904.php?index=17904&po_date=27.01.2006&lang=it

Traducción de italiano: cenjosch

27 enero 2006

Algunos datos históricos del mes de San José


Te presento un artículo, en español, de la revista José (Joseph 1921). Ésta es una publicación de la Congregación de los Oblatos de San José fundada por san José Marello (1844-1895). El ejemplar de la revista Joseph corresponde a Enero de 2006.

El mes del Lirio

P. Tarcisio Stramare

Todos saben que el mes de marzo está dedicado a San José, del mismo modo que el mes de mayo está dedicado a la Virgen y el mes de junio al Sagrado Corazón.

Los orígenes de esta devoción están ligados a pequeños impulsos provenientes de algunas publicaciones que evidentemente habían encontrado el favor de los fieles, deseosos de conocer y de honrar a San José sobre todo en la preparación a su fiesta del 19 de marzo, que permanece como el punto de referencia.

En 1802, se estampaba, en Venecia, para uso de una Confraternidad de la Parroquia de San Agustín, en Módena, El mes del Lirio, es decir el mes de junio consagrado a San José. Extraño el mes elegido, menos extraño el título, el inicio, en todo caso, de una práctica piadosa que se consolidó en el tiempo y que ha superado ya los doscientos años. Fue José Marconi quien publicó en Roma, en 1810, El mes de marzo consagrado al glorioso patriarca San José, esposo de María Virgen para obtener su patrocinio en la vida y en la muerte, edición que tuvo éxito también en otras lenguas y se impuso como título y mes. San Gaspar Bertoni era favorable a esto, tanto que, en 1844, se hizo cargo de una edición, en Verona, reestampada por los padres Estigmatinos en 1990. Escribe su biógrafo: “El tomó con empeño el leer y gustar aquellas santas meditaciones, y a practicar los actos de aquellas virtudes, que para cada día vienen propuestas, y continuo fielmente el ejercicio y el afecto hasta el último de sus años. No lo hace sólo para sí; sino que la recomendaba y celebraba altamente como santa y utilísima la práctica a todas las personas por él dirigidas o dependientes”. Entre ellas su hija espiritual Leopoldina Naudet, a la cual Bertoni atribuía el mérito de la difusión de la piadosa práctica en Italia.

La práctica del Mes de San José fue, enseguida, aprobada e indulgenciada. El 12 de junio de 1855, Pío IX hace explícita la referencia al libro, estampado en Roma, Consideraciones de las virtudes del santo patriarca José a dedicarle el mes de marzo. El 27 de abril de 1865, “para que aumente siempre más la devoción hacia tan celeste patrono y aquel método de oración se propague más fácilmente y más ampliamente”, extiende las indulgencias a todos los fieles “con que practique un ejercicio de oraciones y virtudes para todo el mes en honor de la B. V. M.”. El mismo Pío IX, el 4 de febrero de 1877, permitía iniciar el mes de San José el 16 o 17 de febrero, de tal manera que concluyera el 19 de marzo, “día en que se celebra en toda la Iglesia la fiesta del glorioso Patriarca”. León XIII, en la Encíclica Quamquam pluries (15 de agosto de 1889), después de haber ordenado que en todo el mes de octubre se añadiera en el rezo del Rosario la oración A ti, oh bienaventurado José, proseguía: “En algún lugar, además, está difundida la loable y saludable costumbre de dedicar el mes de Marzo en honor del Santo Patriarca con ejercicios cotidianos de piedad. Donde no se pueda fácilmente establecer esta práctica, es al menos deseable que antes del día de su fiesta se haga en la Iglesia principal de los lugares particulares un triduo de oraciones”. El 25 de julio de 1920, con ocasión del cincuentenario de la proclamación de san José patrón de la Iglesia universal, Benedicto XV en el Motu proprio Bonum sane exhortaba a todos los obispos a implorar la ayuda de san José y agregaba: “Ya que muchos son los modos aprobados por esta Sede Apostólica, con que se puede venerar al santo Patriarca, especialmente en todos los miércoles del año y del mes entero propio de él, nosotros queremos que, por instancia de cada obispo, todas estas devociones, por cuanto se pueda, sean en practicadas en todas las diócesis”. Lo recordaba, en fin Juan XXIII en la Audiencia general del 28 de febrero de 1962: “Estamos en la vigilia del inicio del mes de marzo: y este mes está dedicado, en modo particular, a la devoción hacia el grande San José, custodio purísimo de María Santísima y considerado padre del Redentor... Ahora, puesto que todos los fieles más veces vienen invitados a acompañar con preces fervientes la preparación y por tanto el desarrollo del Concilio, para que sean abundantes sus resultado de vida y saludable renovación, he aquí una ocasión propicia para seguir con asiduidad y devoción la piadosa practica del mes de Marzo en honor de San José”.

Los devotos de san José saben que Juan Pablo II ha insertado en el contexto de las grandes encíclicas sobre “Redención” la Exhortación apostólica El Custodio del Redentor, dando así claramente a entender que San José es otra cosa más que una “piadosa” presencia al interior de la “devoción popular”. Él ha tenido, en el misterio de la Encarnación y de la Redención, el rol de “servir directamente a la persona y la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad: justamente en tal modo él coopera en la plenitud de los tiempos al gran misterio de la Redención y verdaderamente es ‘ministro de la salvación’ (n. 8).

Ya que el mes de marzo se presenta como una buena ocasión para conocer la “teología de San José”, la Editorial Shalom ha recientemente impreso El mes de marzo dedicado a San José, en el cual día a día viene desarrollada la “parte” que san José ha tenido en los misterios de la vida oculta de Jesús como “esposo” de María y “padre” de Jesús. ¿El matrimonio y la paternidad no son hoy los temas más discutidos y urgentes? ¿Cómo no tomar, ahora, esta ocasión para conocer bien estos temas doctrinales y pastorales a la luz de un personaje que ha estado involucrado en ellos hasta el inverosímil?

Al final de toda reflexión el libro reporta también un “testimonio”, que corresponde a la agradable costumbre del “ejemplo”, seguida por una “florecilla” y por una “jaculatoria”, tomados por entero de la Sagrada Escritura. Ya que piedad y doctrina se encuentran, fieles y pastores no quedarán defraudados.

Tomado de: Joseph, Gennaio 2006, pp. 20-21.
http://www.osjcuria.org/joseph/gennaio2006.pdf

Traducción del italiano: cenjosch

26 enero 2006

Desde Roma una revista dedicada a San José


La santa cruzada en honor de San José.
N. 1, Enero de 2006

Te presento el índice, en español, de la revista La santa cruzada en honor de San José (La santa crociata in onore di San Giuseppe, 1914). Ésta es una publicación del Santuario de San José al Trionfale (Roma). La revista está a cargo de los Siervos de la Caridad ( 24/III/1908) de Don Guanella (1842-1915).



p. 3 Un año para vivir construyendo el futuro
Mario Carrera
p. 4 Pero ¿Qué es lo que se aprende de la enfermedad?
responde Flavia Caretta
p. 5 Señor, líbranos de los prejuicios
P. Octavio De Bertolis
p. 6 En la paciencia, la perfecta alegría del cristiano
M. Ana María Cánopi
p. 8 Una experiencia visible para realidades invisibles
Luciano Mediolani
p. 11 ¿Quiéres saber qué es bautismo? ¡Pregunta a la Iglesia cómo lo celebra!
P. Máximo Pampaloni
p. 14 La vida espiritual y la oración: el viaje más bello del mundo
P. Octavio De Bertolis
p. 17 Sus cartas
A cargo de la Redacción
p. 18 José el hebreo y el ejercicio de la paternidad
Juliana Bambini
p. 20 La gran prueba de José
Bruno Podestá
p. 22 La “Escalera” de San José para un cambio de dones
Ángel Forti
p. 24 Padre Roland Gauthier, gran devoto y estudioso de San José
P. Tarcisio Stramare
p. 26 Hermana muerte deseaba encontrar la compañía de los hermanos
Máximo Petrini
p. 29 Sus cartas
A cargo de la Redacción
p. 30 El santo del mes: Santo Tomás de Aquino. La “sensatez” de la fe
Mario Sgarbosa
p. 32 Las páginas del reconocimiento
A cargo de Enrique Fasciolo
p. 35 Año 2005

Índice tomado de la revista: La Santa Crociata in onore di San Giuseppe, n. 1, gennaio 2006.

Traducción: cenjosch

25 enero 2006

La actividad humana que José enseñó a Jesús


El trabajo

Según san Marcos, san José, padre de Jesús, era un téknon (Mc 6, 3), palabra griega que ha sido traducida como “carpintero”. Sin embargo, la palabra no sólo significa alguien que trabaja la madera, como en nuestro mundo actual tan especializado, sino que hace referencia a la persona que se dedica a la construcción de casas y fabricación de herramientas relacionadas con la piedra y con la madera (1). Como todo judío, Jesús tuvo que aprender a ganarse la vida con su trabajo o profesión; y según las costumbres judías, la profesión pasaba de padres a hijos. Si José era carpintero, es de suponer que tenía contemplado enseñar su oficio a su hijo. Por eso, al saber san José que cerca de Nazaret se estaba construyendo la ciudad de Séforis, aparte de querer regresar a vivir con sus parientes (Lc 2, 4), después de su destierro en Egipto, debió haber valorado las posibilidades de trabajo y de progreso que se abrían para él y para su hijo (Mt 2, 21-23) a quien enseñó los conocimientos básicos sobre la construcción de casas rústicas. Conocimientos que Jesús perfeccionó en la ciudad de Séforis, donde, aparte de poner en práctica lo aprendido por su padre, se vio involucrado en proyectos de construcción de mayores proporciones.

El amplio conocimiento que Jesús tiene de su profesión lo podemos descubrir en los evangelios en el gran número de imágenes de construcción que utiliza para anunciar el Reino de Dios: Jesús habla acerca de los buenos cimientos de una casa (Mt, 7, 24-27; 16, 18; Lc 6, 48-49), de la importancia de las vigas (Mt 7, 5), de la piedra angular (Lc 20,17), de la construcción de sepulcros (Mt 23, 29-32; Lc 11, 47-48), de almacenes (Lc 12, 18), de la construcción de las torres (Mt 21, 33-42; Mc 12, 1-10), del costo de una torre (Lc 14, 28-30), de la caída de una torre (Lc 13), de la destrucción de Jerusalén (Lc 19,44; 21,5-6) y de la destrucción del Templo de Jerusalén (Mt 24,1-2; 26,61; 27,40; Mc 13, 1-2; 14, 58; 15, 29; Jn 2, 19-21).

P. Alberto Torres Nieto, ssp

Fragmento tomado del artículo: La vida oculta de Jesús IV. Revista Vida Pastoral, Enero-Febrero 2006.

24 enero 2006

Una oración que pide la bendición de la Sagrada Familia

Oración a la familia
por Antonio Díaz Tortajada

Bendigan nuestra relación familiar
Jesús, José y María, Sagrada Familia de Nazaret
modelo y ejemplo de vida plena.
Bendigan nuestro amor,
fruto de la entrega y la donación.

Hemos recorrido un largo camino,
lleno de alegrías y tristezas,
de encuentros y desencuentros,
de luces y de sombras.
Y aquí estamos,
con ustedes y junto a ustedes
les ofrecemos lo que somos:
Una vida cargada de contradicciones y luchas
dolores y aflicciones
y dando gracias por el gran amor
que a pesar de todo van manifestando
a través de las pequeñas huellas de nuestra vida.

Sagrada Familia de Nazaret:
su presencia a nuestro lado
nos alienta a salir del desánimo que nos aflige
nos va enseñando a descubrir lo mejor del otro,
a mostrarnos el camino del perdón y la paciencia,
y nos abre las puertas de la entrega y la comunión.

Sagrada Familia de Nazaret: fecunden nuestra unión
como esposos y como padres con alegría cotidiana.
Siembren la concordia, el abrazo y la caricia.
Sabemos que hiciste maravillas,
Señor, en María y José su esposo
Y por eso, unidos ante Ti,
a imitación de estos santos esposos cantamos con gozo y esperanza:
Gracias por la vida que nos ha dado tanto.
Gracias por nuestra unión muchas veces fluctuante.
Gracias por nuestros hijos.Gracias por nuestro amor.
Nuevamente nos ponemos en tus manos,
¡Bendigan nuestro hogar, Jesús, José y María!
Amén.

Nota: En la presente oración hemos cambiado el vosotros por ustedes para que sea más cercana a latinoamérica. Si quieres ver el original ve al sitio: http://www.wmf2006.org/en/fam-foru-en.php?thread=96

23 enero 2006

Índice: El Mensajero de San José, enero 2006


Índice de El mensajero de San José de enero 2006

Te ofrezco a continuación el índice de otra revista josefina, El Mensajero de San José. Revista de los Carmelitas Descalzos de Valladolid, España (Centro Josefino de España).

Número enero-febrero 2006. N. 397

Sumario

3- 4 Un doctor de la Iglesia Oriental.
5 San Alfonso María de Ligorio.
6-7 Enséñanos a ser como tú eras.
8-9 Grandes devotos de San José.
10-11 Entrevista a Germán Rovira Tarragona.
12 Una pregunta curiosa.
13 La verdadera riqueza.
14-15 Descubramos... el valor educativo de la tercera edad.
16 Seminario Menor “San Juan de la Cruz”.
17-18 Consultorio moral.
19 Ríase por favor.

Agradecemos al P. Román Llamas, de la Orden de los Carmelitas Descalzos, por el envío de esta revista Española.

22 enero 2006

Un himno a San José de la liturgia oriental



Himno a San José

Bienaventurado servidor de Cristo, ministro de Cristo encarnado,
padre adoptivo de Cristo, acércanos a Él con libertad,
y pide la paz y la seguridad para aquellos que te bendicen.

Tu has sido juzgado digno de ver a Cristo como niño pequeño,
revestido de nuestra naturaleza humana y tú has sido escogido
para ser su padre. Inmensa es tu gloria, y
tú lo llevaste verdaderamente, sobre todos los demás, con dignidad.
Es por eso que nosotros te bendecimos.

El Dios inefable delante al cual tiemblan los coros celestes,
tú lo has tenido en tus manos, ¡Oh sabio San José!
cuando Él nació de la Virgen, y tu fuiste santificado
por ese contacto sobrecogedor. Es, por esto, que nosotros te veneramos.

Tu memoria invita a la tierra entera a la alegría, ¡Oh bienaventurado!
También tienes la alabanza del Verbo que te glorifica.
Tú que te acercas siempre a Él, en total libertad,
no dejes de pedir que sean arrancados de las tentaciones
aquellos que cantan tu alabanzas.
¡Suplica, a Cristo Dios, salvar nuestras almas!

Liturgia Bizantina

Tomado de la revista: San José de Allex (Saint Joseph d’Allex) N. 986 Enero-Febrero 2006, p. 6

Traducción: Cenjosch

21 enero 2006

¿Quieres escuchar cantos a San José?

Cantos a San José en el sitio de Pure Volume

Si quieres escuchar algunos cantos de las producciones del Centro Josefino de Chile te invito a que veas los links de música del blog y entres en el enlace de: Cantos a San José. Pure volume. Alli te he puesto algunos cantos y algunas generalidades de nuestros discos y cassettes dedicados a San José.

O si quieres anotar la dirección es:

http://www.purevolume.com/centrojosefinodechile

Espero que te gusten estos temas dedicados al Abba José.

Cenjosch

Actualizaciones de la web del Centro Josefino de Chile



Te invitamos a visitar nuestra página web:

En nuestro sitio internet ya están activas las siguientes secciones:

IX Simposio: En esta sección encontrarás el logotipo del Simposio internacional sobre San José, el programa con los nombres de los participantes a este evento y los títulos de las intervenciones, las fotografías de algunos de los participantes y de momentos de este encuentro realizado en Kevelaer, Alemania. Finalmente podrás escuchar una entrevista que le hice al Director del Centro Josefino de México el P. José Carlos Carrillo Ojeda, m. j.

Radios: En esta sección podrás escuchar algunos programas de La Hora de San José (Radio Santa María de Guadalupe 1060 AM) y En el taller de San José (Radio María 89. 3 FM).

Y finalmente, la sección de Links en la que podrás tener a mano los enlaces josefinos para conocer más al esposo de María.

Un gracias, muy especial, para el web master Carlox, por su apoyo, creatividad y dedicación. Nuestra oración ante el Señor por él y su familia.

P. Óscar m. j.

20 enero 2006

Índice de una revista napolitana dedicada a San José


Te presento el índice, en español, de la revista La voz de San José (La voce di San Giuseppe, 1896). Ésta es una publicación del Santuario de San José Vesuviano (Nápoles).

1 En la verdad, la paz
3 Como viejo pascuero
5 Tengo derecho a tu ayuda
6 San José en Spicello
7 Las cuentas de 1904
8 Nuestro fundador
10 la devoción a María
12 Desposorios (pintura de Pietro Favaro).
14 El camino de José
16 Respetar la vida
18 La voz de los jóvenes
20 La voz de la ópera
22 José lo llamó Jesús
23 Publicaciones
24 Informaciones

Agradezcemos al P. Angelo Catapano de la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo) que nos envió, en PDA, esta importante publicación napolitana dedicada a San José.

19 enero 2006

Blog dedicado al P. Vilaseca, apóstol de San José



Con ocasión del 175 aniversario del nacimiento del Siervo de Dios, padre José María Vilaseca te ofrezco la primera entrada de este blog vilasecano.

P. José María Vilaseca

Nació en Igualada, España el 19 de enero de 1831.

Falleció en la Ciudad de México el 3 de abril de 1910.

Fundador de:

Las Hermanas Josefinas (1872)
Los Misioneros de San José (1872)
Asociación de San José (1871)
El Propagador de la Devoción al Señor José (1871)

Este blog nace con el fin de compartir, con nuestros hermanos y hermanas que navegan en la red, el tesoro contenido en los escritos, las meditaciones y la vida del P. José María Vilaseca. Este sacerdote catalán supo estar atento a las necesidades y a los acontecimientos de la iglesia mexicana de su tiempo y pudo, inspirado en la misión de Jesús, optar por la educación de los niños y de los jóvenes, la promoción de las vocaciones, la formación de sacerdotes, la misión entre los indígenas y la evangelización de los pueblos y ciudades. Todo esto impregnado de su profundo amor a Jesús, María y José.

Como Misioneros de San José queremos decirte, en el ya próximo Centenario de la pascua de nuestro fundador (3/IV/2010), en la preparación del 150 aniversario de su Ordenación sacerdotal (23/XII/2007) y hoy en el 175 aniversario de su nacimiento (19/I/2006) que Vilaseca Vive.

P. Óscar m. j.

El enlace para ir a este blog te lo he puesto en los Links fundadores. Si lo quieres anotar es:

http://www.jmvilaseca.blogspot.com/

18 enero 2006

Pascua del fundador de la Abadía de San José de Clairval

Fallecimiento del Abad de San José de Clairval


Murió el 16 de enero de 2006 el muy reverendo padre don Agustín-María Joly, Fundador y Abad emérito de la Abadía San José de Clairval en Flavigniy-sur-Ozerain. Nació el 22 de julio de 1917 en Grenoble. Posteriormente se casó en agosto de 1938 y fue padre de una numerosa familia. Ya mayor, el 1º de abril de 1952, entra en la orden en agosto de 1965.

Estaba celebrando su 41 aniversario sacerdotal y su 40 aniversario de profesión monástica.

El padre Agustín María fue nombrado abad en 1993

La Misa de Réquiem será cantada en la Abadía San José de Clairval el sábado 21 de enero a las 10: 00 hrs.

Noticia tomada de: http://www.josephologie.info/breves/
Traducción: cenjosch

17 enero 2006

Índice Boletín Familia de Murialdo-AMA, enero 2006


Boletín de la Familia de Murialdo-AMA de enero de 2006

Desde Madrid, España el P. Luis Fernández de Eriba, csj de los Josefinos de Murialdo nuevamente nos ha enviado el boletín, en PDA, de la Familia de Murialdo y Ama. (Asociación de Madres Apostólicas). La revista es de Enero de 2006 y corresponde al N. 11.

Te presento el índice de este número.

Testimonios de una orante 2
Un hombre de esperanza 3
Familia de Murialdo 5
Capítulo de los Josefinos en España 6
Laicos en el Capítulo 7
Acoger a los migrantes 8
Educar es crecer 9
Una difícil tarea 10

El texto que nos ofrece la portada es el siguiente:

La educación un arte que prepara al futuro

“La verdadera educación de la juventud, e incluso también una constante formación de los adultos, se hace más fácil y más urgente en las circunstancias actuales. Porque los hombres, mucho mas conscientes de su propia dignidad y deber, desean participar cada vez más activamente en la vida social”.

¡Gracias P. Luis por compartirnos, una vez más, parte de la vida de tu Congregación y su apostolado!

16 enero 2006

Un artículo de El Propagador de México


El crecimiento en la vida del hombre

Se cuenta en el libro del Génesis que Jacob estando a punto de morir llamó a sus hijos y les dijo: “Reúnanse, que quiero decirles lo que será de ustedes en los días venideros. Júntense y escuchen...”(Gen 49,1). De todas sus palabras, sobresalen aquellas dirigidas a Judá porque se consideran un presagio mesiánico (Gen 49, 10) y las dirigidas a José, por ser en verdad una bendición y porque los autores deducen de ella el origen de su nombre: José el hijo que crece...(Gen 49, 22).

La propiedad y significado de este nombre –que indica aumento- a ninguno otro conviene mejor, pues había de ser engrandecido en sí mismo y ante Dios y el prójimo, por el aumento de sus virtudes, la celebración de su fama, la reverencia y el amor de los hombres, la familiaridad con la madre de Dios y su paternidad divina.
San Alberto, Mariale q.23 & 2.

En este sentido podemos afirmar que todo hombre es un José. Alguien que crece. En efecto, la vida del hombre se caracteriza por el crecimiento. Mas aún, como se afirma de Jesús, todo hombre está llamado a crecer en tres niveles que son fundamentales para la integración de su persona: edad, sabiduría y gracia. Y a la vez, delante de Dios y de los hombres. Hoy día, los desequilibrios emocionales, las fatigas corporales, el cansancio mental y sobre todo el aburrimiento de la vida (la asedia), tienen su origen en la desarmonía de esos niveles de integración.

Para crecer en edad ni se necesita esfuerzo ni pensar en ello. Como el grano que crece por sí solo el que habla Jesús en el Evangelio: “no importa que el hombre que lo sembró esté dormido o despierto, que sea de noche o de día. El grano germina y crece, sin que él sepa cómo” (Mc 4,26-27). Pero para crecer en la virtud y en el saber se necesita empeño, dedicación y buena disposición.

Como hemos dicho no basta crecer en un sólo aspecto. Por ejemplo, existe el hombre que ha adquirido títulos académicos y hasta se ha especializado en alguna rama del saber y sin embargo respecto a la religión y a la fe se ha quedado con lo que aprendió para su primera comunión.

Por otra parte, el crecimiento no sólo se da a nivel intelectual ya que existe a lado de éste el de la experiencia espiritual y religiosa. Pascal lo expresaba con estas palabras: “hay razones que la inteligencia no entiende, pero que el corazón comprende”. Michel de Certeau con su libro la Fábula Mística ha resucitado el tema de la “idiota” y del “iletrado ilustrado”.

Ya en las Florecillas de San Francisco, el simplón Fray Gil interroga al sabio ilustrado, san Buenaventura, si acaso una mujer iletrada puede conocer a Dios; conociendo la respuesta atinada del santo quien le asegura que el conocimiento de la fe es más grande y mejor que la de cualquier sabio, sale gritando a todo pulmón por los campos: “tú, mujer analfabeta, escucha bien: tú también puedes conocer a Dios y más todavía que el sabio Buenaventura”. Y allí mismo –termina la narración– quedó suspendido en éxtasis.

Dios también quiere crecer haciéndose hombre. En efecto, Dios ha experimentado en Jesucristo, las edades de la vida del hombre. El hijo de Dios ha querido también ser llamado hijo de hombre. Que quede claro: antes de ser hijo de hombre ha sido Hijo de Dios, por lo que aquí podemos repetir las palabras del cardenal Pedro de Berulle: “Antes de morar en el seno de la Virgen, quiero reconocerlo y adorarlo en el seno del Padre; antes de entrar en la condición a la que su amor le lleva, quiero adorarlo en la condición que corresponde a su naturaleza; antes de verlo en su ser temporal, quiero contemplarlo en su ser eterno, antes de postrarme a sus pies de hombre, quiero postrarme ante su majestad, como quien tiene la majestad de Dios. Por eso, su discípulo amado nos enseña su esencia y su morada eterna antes de enseñarnos su Encarnación (Jn 1,1-2). Y en pocas palabras nos dice que Él era Dios y estaba con Dios antes de decirnos que se encarnó”.

Comentando las palabras de san Agustín respecto al crecimiento de la caridad, el padre jesuita Juan Bautista Scaramelli escribe: “nace el hombre niño, y en aquella edad imperfecta no tiene uso de razón, ni aún el uso de los miembros, de que no sabe valerse; por lo cual conviene tenerlo apretado entre fajas. Creciendo después, viene poco a poco a ser muchacho hábil para valerse de la razón, y aún para usar bien los miembros y sentidos, pero en aquella edad se halla aún imperfecto acerca del buen uso de los miembros, de los sentidos y de la razón. Llega finalmente, a ser hombre bien formado en todos los miembros del cuerpo, bien dispuesto en todas las potencias del alma, y en este estado puede obrar con plena perfección todos los actos humanos”.

No cabe duda que Jesús al nacer experimentó el crecimiento humano con toda sus consecuencias. El apóstol san Pablo afirma que el cristiano deberá crecer hasta llegar a la edad del varón perfecto; Jesucristo. Al nacimiento de los cristianos por el bautismo corresponde igualmente una infancia espiritual. El catecismo nos lo explica de esta manera, al hablar de la oración: “la oración del hombre responde siempre a una iniciativa del Señor, a una gracia que ella acepta. Para mejor orar es necesario conocer el don que se nos hace. Se nos ofrece la vida divina. Ésta no debe envejecer nunca. Pero como toda vida, tiene que nacer y crecer antes de llegar a la madurez...”

San León habla en estos términos del progreso de la Iglesia: La simiente está en la fe, su crecimiento en la esperanza, su madurez en el amor. Estas mismas etapas se dan en el progreso de la vida del cristiano. No que debamos entender que la fe desaparece para dar paso a la esperanza, la cual se sustituye, a su vez, por la caridad. Las tres virtudes nos son conferidas en el bautismo, pero después cada una caracteriza netamente una de las tres etapas mencionadas (nacimiento, adolescencia, madurez).

Los tres sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación, eucaristía) marcan el ritmo de las etapas de la vida divina recibida en el bautismo: ésta comienza en el bautismo, la eucaristía prepara y prefigura el destino celeste de la iglesia, es decir, el nuestro. Entre estos dos sacramentos extremos, la confirmación asegura y protege el crecimiento.

Dios, ciertamente, hubiera podido introducirnos, después del bautismo, directamente al paraíso, pero como aseguran los Santos Padres, está de por medio nuestra dignidad. Es necesario que hagamos nuestra la victoria de Cristo. Por lo mismo se nos concede el tiempo que va de nuestro bautismo a la entrada del paraíso como tiempo de lucha, tiempo para crecer. El escándalo está en que frecuentemente este tiempo se convierte en el tiempo de la monotonía, del envejecimiento y de la mediocridad. ¿Cómo resolver el escándalo? La respuesta es: por medio de la infancia espiritual. Los niños, en el lenguaje de los Padres de la Iglesia, son los recién bautizados. La infancia espiritual no consiste en imitar exteriormente al niño: “la grandeza y belleza de esta infancia espiritual no está en reproducir las apariencias de la infancia natural; está en comenzar una nueva existencia, en ser vida nueva y verse libre del pasado”. Sólo ahora e n t e n d e m o s aquella frase del cristiano Bernanos: sólo el pecado es el que nos envejece.

P. Eusebio M. Ramos, m. j.

Tomado de: El Propagador de la devoción al Señor San José, Año CXXXVI, enero 2006, pp. 2-5.

15 enero 2006

Índice en español de la revista italiana Joseph de enero 2006.


Te presento el índice, en español, de la revista Joseph (1921). Ésta es una publicación de la Congregación de los Oblatos de San José fundada por san José Marello (1844-1895).

Joseph, Enero de 2006

Editorial. Padre Lino Mela osj p.3
Una guía para orientarse mejor. Padre Giocondo A. Bronzini p.5
En directa global. Padre Guido Miglietta osj p.8
Bartolo Longo por Paolo Risso p.12
Oblatos en-línea. Tommaso dal Passo p.14
Cooperativas de mujeres de la India para el trabajo artesanal de las esteras. Padre Michele Piscopo osj p.15
Benedicto XVI infatigable y humilde. Ettore Romagnolo p.16
En la verdad de la paz. Enrico Lenzi p.18
El mes del lirio. Padre Tarcisio Stramare p.20
Evangelizar en la boca del León. Padre Michele Piscopo osj p.22
Un recorrido para las imágenes. Matilde Picollo p.24
Dialogando con los amigos. Padre Paolo Re osj p.26
Noticias del mundo josefino (redazionejoseph@osjcuria.org) p.28
Gracias a quien nos hace el bien p.31

Tomado de: http://www.osjcuria.org/joseph/gennaio2006.pdf

14 enero 2006

El Papa pide la protección y propone como modelo a la Sagrada Familia


Audiencia a las comunidades del Camino Neocatecumenal
12 de enero de 2006

Queridos hermanos y hermanas:

Gracias de corazón por esta visita, que me da la oportunidad de enviar un especial saludo también al resto de miembros del Camino Neocatecumenal diseminado por tantas partes del mundo. Dirijo mi pensamiento a cada uno de los presentes, comenzando por los venerados cardenales, obispos y sacerdotes. Saludo a los responsables del Camino Neocatecumenal: al señor Kiko Argüello, al que le doy las gracias por las palabras que me ha dirigido en vuestro nombre, a la señora Carmen Hernández y al padre Mario Pezzi. Saludo a los seminaristas, a los jóvenes y especialmente las familias que se han preparado para recibir un especial «envío» misionero para dirigirse a diferentes naciones, sobre todo de América Latina.

Se trata de una tarea que se enmarca en el contexto de la nueva evangelización, en la cual desempeña un papel muy importante la propia familia. Vosotros habéis pedido que este envío lo realizara el sucesor de Pedro, como ya sucedió con mi venerado predecesor Juan Pablo II, el 12 de diciembre de 1994, porque vuestra acción apostólica tiende a integrarse en el corazón de la Iglesia, en plena sintonía con sus directrices y en comunión con las Iglesias particulares en las que iréis a trabajar, valorando plenamente la riqueza de los carismas que el Señor ha suscitado a través de los iniciadores del Camino. Queridas familias, el crucifijo que recibiréis será vuestro inseparable compañero de camino, mientras proclamáis con vuestra acción misionera que solamente en Jesucristo, muerto y resucitado, hay salvación. De Él seréis testigos mansos y gozosos, recorriendo con sencillez y pobreza los caminos de todos los continentes, sostenidos por la incesante oración, atentos a la palabra de Dios y alimentados por la participación en la vida litúrgica de la Iglesias particulares a las que seréis enviados.

La importancia de la liturgia y, en particular, la de la santa misa, en la evangelización ha sido subrayada con frecuencia por mis predecesores, y vuestra larga experiencia os puede confirmar que la centralidad del misterio de Cristo celebrado en los ritos litúrgicos constituye un camino privilegiado e indispensable para construir comunidades cristianas vivas y perseverantes. Precisamente para ayudar al Camino Neocatecumenal a ser todavía más incisivo en la propia acción evangelizadora en comunión con todo el Pueblo de Dios, recientemente la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos os ha impartido, en mi nombre, algunas normas concernientes a la celebración eucarística, después del período de experiencia que había concedido el siervo de Dios Juan Pablo II.

Estoy seguro de que observaréis atentamente estas normas que recogen lo que está previsto en los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia. Gracias a la adhesión fiel a todas las directrices de la Iglesia haréis todavía más eficaz vuestro apostolado, en sintonía y comunión plena con el Papa y los pastores de cada diócesis. Y de este modo el Señor seguirá bendiciéndoos con abundantes frutos pastorales.

En efecto, en estos años habéis podido hacer mucho y han surgido de vuestras comunidades numerosas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Hoy nuestra atención se dirige especialmente a las familias. Más de doscientas están dispuestas a ser enviadas a la misión; son familias que parten sin grandes apoyos humanos, pero que cuentan, antes que nada, con el apoyo de la Providencia divina. Queridas familias, podéis testimoniar con vuestra historia que el Señor no abandona a quienes confían en Él. Seguid difundiendo el Evangelio de la vida. Allí donde os lleve vuestra misión dejaos iluminar por las consoladoras palabras de Jesús: «Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura» y sigue diciendo: «Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal» (Mateo 6, 33-34). En un mundo que busca la certeza humana y la seguridad, mostrad que Cristo es la roca segura sobre la cual se ha de construir el edificio de la propia existencia, y que la confianza puesta en Él nunca defrauda.

Que la Sagrada Familia de Nazaret os proteja y sea vuestro modelo. Os aseguro mi oración por vosotros y por todos los miembros del Camino Neocatecumenal, mientras con afecto os imparto a cada uno la bendición apostólica.

S.S. Benedicto XVI

Tomada de:

Próximo capítulo general de los Oblatos de San José.



El tiempo del capítulo

Quisieramos pedir a todos un recuerdo particular en la oración, sobre todo en las iglesias presididas por los Oblatos de San José, porque desde el próximo 23 de enero del 2006 nos encontraremos unidos para el capítulo general en Paestum (unos cincuenta kilómetros al sur de Salerno) en el centro de espiritualidad de Getsemaní.

Del lunes 23 de enero al sábado 28 tendremos los ejercicios espirituales: nos guiará en la reflexión el p. Giacomo Bini ofm. Será un tiempo de oración, en la que buscaremos ponernos a la escucha de la palabra de Dios para estar más atentos a su proyecto para nosotros oblatos de hoy.

El sábado 28 en la mañana habrá una celebración presidida por Su excelencia monseñor Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada: Invocaremos el don del Espíritu Santo, a quien pedimos guiarnos y sostenernos en los trabajos capitulares. Las primeras dos semanas del capítulo estarán dedicadas a la profundización y a la discusión de los temas principales, partiendo de las relaciones del superior general y de los provinciales y del “instrumentum laboris” (instrumento de trabajo) que ha sido actualizado en la base a las sugerencias venidas de las consultas entre los hermanos.

Es posible que, finalizada esta fase, entorno al 10 de febrero se pase a la elección del superior general y de los cuatro consejeros que deberán asistirlo en el próximo sexenio.

P. Lino Mela osj

Fragmento tomado de:
http://www.osjcuria.org/joseph/gennaio2006.pdf

Traducción: cenjosch

13 enero 2006

Índice de la revista mexicana El Propagador, enero 2006


Te ofrezco, a continuación, el índice y la portada de una revista josefina: El Propagador de la devoción al Señor San José. Revista iniciada en la Ciudad de México (1871) por el Fundador de los Misioneros de San José el Padre José María Vilaseca (1831-1910). Es la publicación más antigua de México.

Año CXXXV, enero 2006

1 Editorial
2 El crecimiento en la vida del hombre
6 Informe sobre el IX Simposio Internacional sobre San José
12 Intimando con Cristo
16 La Cuenta del Rosario
17 Gozos y pesares de la Familia Josefina
20 150 Aniversario de Ordenación Sacerdotal del P. José María Vilaseca
22 90 años de presencia de las Hermanas Josefinas en Centroámerica
25 Desde Muxíma
27 Joselito
28 Gracias y peticiones

12 enero 2006

Un artículo de una revista josefina de Italia


José, Sombra del Padre
Por Giuseppe Perone
Luis d’Argentan, un gran devoto de nuestro santo, fue el primero en llamar a José “sombra del Padre”.

Un escritor polaco, Juan Dobraczynski, nos ha dejado una novela titulada: “La sombra del padre, historia de José de Nazaret”. El libro fue alabado por el Cardenal Wyzynski que dejó escrito en la presentación del libro: “Querido Juan, en el escrito Sombra del Padre nos has revelado la luz del protector de Jesús y de su Madre Inmaculada. Nos has ayudado a entender a José”.

El título: “Sombra del Padre”, dado a nuestro santo, tiene su origen en la Sagrada Escritura. No se encuentra directamente con estos términos, sino deriva de la expresión: “Sombra del Espíritu”.

El salmo 36, 8 afirma: “!Cómo es preciosa, oh Dios, tu gracia! Los hombres encuentran refugio a la sombra de tus alas”. En el salmo 121, 5 se lee: “El Señor es sombra que te cubre”. El ángel Gabriel promete a María que el Espíritu del Altísimo la cubrirá con su sombra... (Lc 1, 35)...

Sombra, en los casos precedentes, es presencia espiritual. Sombra del Padre, por esto, significa que San José era asistido por Dios en modo especial, no sólo, sino era para Jesús y María una presencia que sustituía a Dios, lo hacía su representante en la tierra. Si nosotros penetramos en el campo de la tipología, podemos ver en el José de Egipto el tipo de nuestro José. De hecho, aquello que el antiguo patriarca hacía era considerado por el Faraón como decisión suya y aquello que nuestro santo hace, lo hace en nombre de Dios, sustituyendo la paternidad divina con su paternidad humana. José hijo de Jacob, Sombra del Farón; el esposo de María sombra de Dios.

La nube que acompañaba Israel en el desierto daba sombra de día (sombra de Dios) y luz de noche. La nube es imagen de San José que da descanso, protección y luz a la sagrada familia de Nazaret. José es la Sombra de Dios.

Si meditamos que Dios es el gran artífice del universo, el creador: ¿no nos sería lícito pensar que hubiera escogido como padre de su Hijo otro artífice que, en cierto modo reflejase su poder creativo, su imagen? ¿No podemos ver también en esto a José la Sombra de Dios?

Sombra del Padre es aquel que sustituye a Dios, refleja su voluntad, transmite su descanso y su protección, hace de padre para Jesús, de esposo para María, representa el Padre delante al Hijo único, toma su puesto, ejercita su autoridad, alarga su amor.

No hay sombra sin el cuerpo que la produce. La sombra se identifica con el cuerpo, pero no es el cuerpo. José sombra del Padre, nos dice que Dios está presente. Vemos en la sombra, en José, la presencia viva e infalible de Dios que nos ha dado como don de amor la Navidad y, en la Navidad, a Jesús, el Salvador.

Tomado de:
Vita Giuseppina CXII, n. 1(Vida Josefina) Enero 2006, pp. 4-5

Traducción del italiano: cenjosch


11 enero 2006

La Epifanía de Cristo a los humildes


Hace tres días celebrábamos la solemnidad de la Epifanía. En ella recordamos que Jesús se manifiesta a los magos venidos de oriente. Sin embargo, la primera manifestación de Dios, que quiere habitar en medio de su pueblo, se da a dos esposos de un pueblo desconocido: A María que estaba desposada con un hombre de la casa de David llamado José.

Siempre que nos encontramos de frente a la manifestación de Dios, en la carne, nos situamos de frente a un hecho maravilloso: El Hijo de Dios ha querido llamar madre, a una muchacha sencilla, pero dispuesta a su plan de amor. Si bien José era de la familia de David, una familia real, estaba lejos, muy lejos, de vivir entre las riquezas, los palacios y el poder. Él era un trabajador modesto de la Galilea. Nada en especial. Sólo un trabajador.

Y fue en el corazón de este matrimonio, que se había manifestado un sí de amor mutuo ante Dios, donde se realiza el evento de la Encarnación. Dios se manifiesta, por la voz del ángel a María y ella responde: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). No vive aún con su esposo José y acepta ser madre del Verbo. Sin embargo este ser madre, por ser don divino, se extenderá a ser padre, hacia José, por el mismo regalo del cielo: “José hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús” (Mt 1, 20-21). Esta epifanía si bien es desconcertante para ambos esposos, no es una luz que ciega, que derriba, que acorrala: es más bien la revelación del plan salvífico del Abbá del cielo que pide a estos jóvenes de Nazaret colaborar al mismo designio del Padre de Israel. Y en ese clima de humildad, efectiva y de corazón, se da la disposición a recibir el regalo de Dios manifestado en un pequeño. Un pequeño que ambos esposos deben hacer crecer, deben amar y deben cuidar como padre y madre.

La luz que brilló desde la eternidad... quiso perder su brillo, oculta, en un pueblo despreciado. No obstante, decidió conservar su intensidad y luminosidad a los ojos de los humildes. Y desde entonces, sólo a los que se saben pequeños y dispuestos a colaborar en su plan de amor, Dios les repite el milagro de su manifestación en la persona de los pequeños.


P. Óscar m. j.

10 enero 2006

Programa dedicado a San José en Radio María


En el taller de San José
Emisora:
Radio María 89. 3 en Santiago de Chile. Programa: 20
Día: 10 de Enero de 2006
Horario: 9: 00 a 9: 30
Sitio internet para señal en vivo:
http://www.radiomaria.org/media/start.asp?SOURCE=chile&TITLE=chile

El canto de inicio del programa fue: E Gesú andó in Egitto (Y Jesús fue a Egipto). Tomado de la producción Piccola Storia di Gesú. (Pequeña historia de Jesús).

En este programa comenté, a modo de repaso, los vv. 15 al 23 de san Mateo. E inicié con la lectura de Lc 1, 26-38 y Lc 2, 1-20 con el fin de motivar el comentario de los textos para el próximo programa.

Como canto de cierre del programa presenté el canto San José de la producción Dios no ha muerto. La producción es de Óscar Silva. El canto San José es interpretado por Marisol Aravena.

Para ver letra y escuchar el mp3 del canto San José visita el sitio:

http://www.fecunda.cl/canto/obra_diosnoha.html

Gloria a Jesús, María y José.
Por los siglos de los siglos amén.

P. Óscar m. j.

Nota: El programa es transmitido todos los martes de 09: 00 a 09: 30 hrs. (Hora chilena).

09 enero 2006

El Papa: el pesebre para meditar el misterio de la Salvación




Discurso del Papa Benedicto XVI con ocasión de la visita al Pesebre de los basureros de Roma

05 de enero de 2006

Queridos amigos:

Cada año, hasta que le fue posible, el venerado Pontífice Juan Pablo II vino a admirar este pesebre de ustedes. También yo, siguiendo esta bella costumbre, he venido con gusto esta tarde para encontrarlos y visitar el pesebre que también este año han realizado. Sé que deseaban tanto que el Papa no faltase a esta cita tradicional navideña, pero debo decirles que este era también mi deseo. Quería, de hecho, expresarles en persona mi gratitud por el trabajo que ustedes, querido trabajadores ecológicos, desempeñan asegurando la limpieza y el orden en la vasta zona en torno a Plaza San Pedro, frecuentada por tantos peregrinos y turistas. El suyo es un servicio que demanda dedicación y comporta no pocos sacrificios. ¡Gracias, por tanto, de corazón! Los saludo con afecto y a través de ustedes quisiera saludar a todos sus colegas. Un pensamiento especial dirijo al señor Alcalde y a las otras autoridades, a los dirigentes, a los responsables del AMA (Hacienda Municipal Ambiente) y a cuantos han querido estar presentes. Un sentido gracias va a quien se ha hecho interprete de sus sentimientos.

Motivo de este encuentro es la visita a su pesebre, el "Pesebre de los basureros", el más conocido de Roma, y que tiene más de treinta años de historia, y fue ideado y realizado, la primera vez, para la Navidad de 1972 con la entusiasta colaboración de muchos trabajadores ecológicos. Sé que de año en año este viene enriquecido con nuevos elementos, permaneciendo siempre fiel al estilo típico de las casas de la Palestina de los tiempos de Jesús. Esto es realmente imponente con 95 casas construidas enteramente de piedra de toba y dotadas de puertas y ventanas según el estilo de la época; no faltan los ríos, las fuentes, los acueductos, las luces, los caminos atestados de adoquines. En fin, un vasto paisaje poblado de cerca de 200 personajes, un conjunto construido con material proveniente de todas partes del mundo y, en particular, del Columnato de San Pedro, de Belén y de San Giovanni Rotondo. Me quedé admirado y felicito con cuantos pacientemente han trabajado para llevar a cumplimiento una obra tan bien estructurada.

La visita al pesebres, especialmente esta tarde en la vigilia de la solemnidad de la Epifanía, es como volver a ir en peregrinaje a Belén, a la santa gruta donde nació el Redentor, y a Jerusalén donde llegaron del Oriente los Magos y encontraron a Jesús, María y José. Pararse a contemplar estas escenas evangélicas se vuelve un estímulo para meditar sobre el misterio central de nuestra salvación: Dios se ha hecho hombre por nosotros; podemos acogerlo en nuestro corazón y experimentar la alegría de su presencia santificadora. No basta; sin embargo pararse a mirar, hace falta hacer más. Es necesario que Jesús se vuelva el centro de toda nuestra existencia. Sí, es importante que él sea la guía de nuestro diario camino y la meta última y definitiva de nuestro peregrinaje terreno.

En formular para ustedes y sus familias los cordiales deseos en el 2006, iniciado desde hace poco, quisiera retomar aquella hermosa frase de san Agustín que he escogido para la Navidad de este año: “Expergiscere homo: quia pro te Deus factus est homo¡Despiértate hombre ya que por ti Dios se ha hecho hombre!”. Queridos amigos, el Señor nos quiere vigilantes y atentos , sin dejarnos enredar de los falsos llamados de todo aquello que es efímero y pasajero. Así sea para todos ustedes, queridos amigos, y el Señor les conceda un nuevo año sereno y próspero. Acompaño este deseo con la seguridad de mi oración para ustedes y para su seres queridos, mientras de corazón los bendigo a todos.

Tomado de: http://www.korazym.org/news1.asp?Id=15837

Traducción del italiano: cenjosch

08 enero 2006

Índice de la revista de San José de Alex


Índice en español de Revue Saint-Joseph d’Allex (Revista San José de Allex).

N. 986
Enero-Febrero 2006

Editorial : Las cuatro estaciones.
San José :Seguir la estrella ( VI) .
Crónica :
Votos para el 2006.
Jubileo de 50 años de sacerdocio.
En tres días de acogida.
Pagina de los lectores.
Dossier :El planeta azul.
Figuras espiritanas : Florecillas de Mons. Shanahan (VII).
Actualidades misioneras: Chispas en África Central.
Espiritualidad : Lugares, gestos y palabras.
Oración : intenciones misioneras enero-febrero 2006.

Tomado de: http://www.spiritains.org/
Traducción del francés: cenjosch

07 enero 2006

María y José iluminados por Jesús



Extracto de la homilía del Santo Padre en la Basílica de San Pedro, 06 de enero de 2006

Solemnidad de la Epifanía del Señor

Queridos hermanos y hermanas:

La luz que en Navidad ha brillado en la noche iluminando la gruta de Belén, donde están en silenciosa adoración María, José y los pastores, hoy resplandece y se manifiesta a todos. La Epifanía es misterio de luz, simbólicamente indicada por la estrella que guió el viaje de los Magos. La verdadera fuente luminosa, el “Sol que nace de lo alto” (Lc 1, 78), es Cristo. En el misterio de la Navidad, la luz de Cristo se irradia sobre la tierra, difundiéndose como en círculos concéntricos. Sobre todo sobre la Sagrada Familia de Nazaret: la Virgen María y José son iluminados por la divina presencia del Niño Jesús. La luz del Redentor se manifiesta después a los pastores de Belén, los cuales, advertidos por el ángel, corren inmediatamente a la gruta y encuentran el “signo” a ellos anunciado: un niño envuelto en pañales y puesto en un pesebre. (cfr. Lc 2, 12). Los pastores, junto con María y José, representan aquel “resto de Israel”, los pobres, los anawim, a los cuales es anunciada la Buena Nueva. El fulgor de Cristo llega, en fin, a los magos, que constituyen las primicias de los pueblos paganos. Quedan en la sombra los palacios del poder de Jerusalén, donde la noticia del nacimiento del Mesías es llevada, paradójicamente, justamente por los Magos, y suscita no alegría sino temor y reacciones hostiles. Misterioso designio divino: “la luz ha venido al mundo, mas los hombres han preferido las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas” (Jn 3, 19).

Pero ¿Qué cosa es esta luz? ¿Es sólo una sugestiva metáfora, o bien, a la imagen corresponde una realidad? El apóstol Juan escribe en su primera carta: “Dios es luz y en él no hay tinieblas” (I Jn 1, 5); y más adelante agrega: “Dios es amor”. Estas dos afirmaciones, unidas, nos ayudan a comprender mejor: la luz, despuntada en Navidad, que hoy se manifiesta a las gentes, es el amor de Dios, revelado en la Persona del Verbo encarnado. Atraídos por esta luz, vienen los Magos del Oriente. En el misterio de la Epifanía, por tanto, junto a un movimiento de irradiación hacia el exterior, se manifiesta un movimiento de atracción hacia el centro, que lleva a cumplimiento el movimiento ya inscrito en la Antigua Alianza. La fuente de tal dinamismo es Dios, Uno en la substancia y trino en las Personas, que todo y todos atraen a sí. La Persona encarnada del Verbo se presenta así como el principio de reconciliación y de recapitulación universal (Cfr. Ef 1, 9-10). Él es la meta final de la historia, el punto de llegada de un “éxodo”, de un providencial camino de redención, que culmina en su muerte y resurrección. Por esto, en la solemnidad de la Epifanía, la liturgia prevé el así llamado “Anuncio de la Pascua”: el año litúrgico, de hecho, resume la entera parábola de la historia de la salvación, en cuyo centro está “el Triduo del Señor crucificado, sepultado y resucitado”.

Extracto tomado de:
http://212.77.1.245/news_services/bulletin/news/17772.php?index=17772&lang=it

Traducción del italiano: cenjosch

06 enero 2006

Índice de Vida Josefina 2006


Indice en español de la revista:

Vita Giuseppina (Vida Josefina)

Enero 2006

3 2006: RENOVAR LA ESPERANZA
EL ESPÍRITU
4 JOSÉ, SOMBRA DEL PADRE
6 EL DESCUBRIMIENTO DE DIOS AMOR
8 DON SCHIAVO: AMIGO, HERMANO, PADRE
LA ACTUALIDAD
10 VIEJOS PASCUEROS ¡EMBUSTEROS!
12 SANTOS Y BEATOS
14 EUCARISTÍA: EL DIOS SILENCIOSO QUE HABLA
16 LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS
18 LA HISTORIA DE ADELINA
20 TIEMPO DE NECESIDAD
LA CRÓNICA
29 EL PAN DE LA COMUNIÓN
30 DE ECUADOR A COLOMBIA
32 PREMIO MURIALDO
33 UNA VIDA POR LA JUVENTUD
35 50° AÑOS DE LA PARROQUIA
36 ORATORIO Y DEPORTE
37 FINALMENTE EL NUEVO TALLER
38 CARTA A LEONARDO
40 PROYECTO PARA LOS ADOLESCENTES
LAS RÚBRICAS
22.27 MULTIMEDIA
23-26 EVOLUCIONANDO
41 EN LA VIDA ETERNA
42 FLASH DE VIDA
44 PUBLICACIONES
45 VIDA SOLIDARIA
46 FÁBULAS DE ÁFRICA (ZAIRE)


Tomado de:

www.murialdo.org/web/Italiano/Vita_Giuseppina/Archivio/2006/Gennaio/Gennaio.asp


Traducción: cenjosch

María y José nos dan siempre a Jesús


SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS
1 DE ENERO DE 2006

Iniciamos el año hermanos en la fe, con una escena en la que aparece una familia, José, María y El Niño Jesús, como si la Iglesia presentara ante nuestros ojos el modelo a seguir en tiempos en que la familia, inventada por Dios desde el principio como célula básica de la sociedad, es tan vilipendiada, desprestigiada y en la práctica, confundida con cualesquiera otras formas de convivencia. Nunca en la historia se habían tergiversado tanto los valores; hay quienes cuidan mas los animalitos que a la gente, prevalece la ecología sobre la población; se gasta más en suprimir vidas que en promoverlas, conservarlas, respetarlas. Hay mejores cementerios para perros que para hombres. Pocos jóvenes quieren en serio formar una familia con las características que El Señor quiere en cada matrimonio, es decir como monógamo, fiel y fecundo.

Los pastores llegaron deprisa después del anuncio y empezaron por contar las cosas como sucedieron: que se apareció primero un ángel, después muchos, que uno habló dando las pistas claras, todos cantaron después alabando a Dios; que les indicaron las señales: Un pesebre, unos pañales; que luego los ángeles desaparecieron y ellos se animaron unos a otros para ir a Belén y buscar el recién nacido. Hablaron a todos de Aquel Niño; ahí empezó la misión como un preámbulo de lo que se inauguraría 30 años más tarde: Jesús es nuestro, dijeron, Jesús es de todos, Jesús es de cada uno; -los pastores se dieron cuenta que Aquel recién nacido, el Mesías de Dios, era de María y José pero también de ellos, porque las palabras del ángel eran inequívocas; Hoy les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo Señor.

A Jesús, hermanos, lo encontramos en el inicio y en el fin de su vida con su Madre; hoy lo presenta a los pastores, después a los magos de oriente, ella lo presentará también en el Templo y Ella y San José le impondrán el nombre de Jesús; y al fin con Ella al pie de la Cruz, El Señor entregará su alma al Padre.

Una enseñanza lógica que se desprende de la palabra de hoy es que María conservaba todas estas realidades meditándolas en su corazón. Meditar no es sólo pensar sino considerar, profundizar en una verdad, reflexionar en el corazón aplicando la inteligencia, rumiando los acontecimientos afectivamente.

El inicio del año 2006 lo hacemos de la mano de Santa María y de San José que no podemos disociarlo de ella; son los que mejor y más conocen y aman a Jesús y nos pueden enseñar a tratarlo como quienes se saben el camino.

Jesús no es inaccesible; María y José lo acercan a nosotros; siempre lo dan. Lo quieren para que sea con todos el Emmanuel o Dios cercano. María en la iconografía cristiana, en cuadros, estatuas, vitrales y estampas aparece con el niño en brazos. Siempre lo muestra a los demás; lo da porque el siempre es un regalo para cada persona. La diferencia de María con las demás madres es que ellas engendran, dan a luz y alimentan a sus hijos para que vivan, pero María lo engendró, lo dio a luz y lo alimentó para darlo siempre e ir preparándolo para el sacrificio.
Después de encontrarse con Jesús, los pastores se volvieron alegres a sus campos, a su trabajo, a su vida ordinaria; pero glorificaban a Dios y hablaban de aquel niño a todos cuantos se encontraban.

¡Que lección nos entregan en su sencillez! Hablan de aquel niño de quien saben, por parte de Dios, que es el Salvador. ¡Hablan de Jesús porque lo llevan en su corazón!

El Jesús que nos han mostrado la Escritura y la Iglesia, es amable y humilde; delicado y exigente; sociable, respetuoso de cada persona y prudente; el Jesús que nos muestra el Evangelio es maestro y servidor; se hace encontradizo e insistente cuando desea acercarse a un alma para hacerle bien: - toca la llaga pero para curarla. Y María se nos muestra como la que nos guía para hacer lo que Jesús quiere; es previsora, constante, humilde y discreta; agradecida, atenta y acomedida; es amiga de todos, fuerte y perseverante; es dulce y comprensiva. Cuánto podemos aprender de Santa Maria Madre, porque su enseñanza no se clausura con el ultimo versículo de Apocalipsis sino que su oficio de madre se prolonga en el tiempo. Ahora desde el cielo donde reina con su Hijo se interesa por nosotros, porque siendo nosotros la Iglesia, somos la prolongación de Jesús y cuerpo suyo, y por eso hijos de ella. Digamos con San Bernardo: - “si te agobian las tempestades, si temes la fuerza de los vientos adversos, si dudas en el mar de la vida, mira la estrella, contempla a María”. .

Mons. Juan José Hinojosa Vela
Párroco del Santuario y Parroquia de Nuestra Señora de Fátima.

Tomada de: http://www.santuariofatima.org.mx/mensaje.htm

05 enero 2006

Defensa de la familia

El Episcopado acusa al Gobierno de atacar a la familia "a golpe de ley"

RD

Jueves, 29 de diciembre 2005

La Conferencia Episcopal Española (CEE) consideró, en vísperas de la festividad de la Sagrada Familia, que se celebra mañana, que el Gobierno "ataca a la familia que es una: padre, madre e hijos" con unas medidas "que quieren transformar la sociedad a golpe de ley".

El director del Secretariado de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de CEE, Leopoldo Vives, dijo en una entrevista que el Ejecutivo "ciertamente quiere cambiar la familia" porque la ley de matrimonio "no habla de un esposo y una esposa, de un padre y una madre, habla de dos personas".

Vives criticó, también, la ley de divorcio y la reforma del IRPF que prepara el Gobierno y valoró que "no puede ser que paguen los mismos impuestos una persona que vive sola que otra que está casada y con cuatro hijos".

A su entender, "hay que ser realistas y darse cuenta de esto, pero también ser optimistas", ya que la sociedad "se está defendiendo y plantando cara". Para Vives, "se ve la distancia entre esas medidas y una sociedad que dice que no, que tiene unos valores que son importantes".

El representante del Episcopado de Familia y Vida apostilló que "espera que el Ejecutivo se dé cuenta de este mensaje, escuche a la calle y cambie un poco su línea".

Vives dijo que en Navidad la Iglesia "pone delante de las familias lo que Dios nos ha ofrecido, para ayudarlas a vivir plenamente lo que son, la Sagrada Familia: el modelo de San José como esposo y padre, la Virgen María como esposa y madre, el Niño Jesús como el niño que quiere recibir de nosotros todo y también acogernos a nosotros mismos".

El Gobierno, 'culpable de omisión'

Con motivo de esta festividad sobre la familia, la CEE ha publicado una carta de los obispos de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida en la que declaran al Gobierno "culpable de omisión, no sólo por no desarrollar políticas que ayuden eficazmente a la familia", sino por promover "medidas antifamiliares".

El presidente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida, obispo de Segorbe-Castellón y autor de la misiva, Juan Antonio Reig Plà, critica la reforma del Código Civil y acusa al Gobierno de "imponer la 'teoría del género, contraria a la verdadera naturaleza del hombre con la Ley de Género que está preparando".

Por otro lado, lamenta, que "se extienden prácticas contrarias a la vida", como la experimentación con embriones, la clonación humana, la extensión de la píldora del día después, la Ley de Reproducción Asistida que prepara el Gobierno, la "creciente presencia" del tema de la eutanasia en los medios de comunicación o la perspectiva de una ampliación de la despenalización del aborto.A juicio del prelado, "el llanto de las madres de Belén por la matanza de sus hijos inocentes sigue sonando hoy", cuando se vive un momento en que "se extiende una cultura que oscurece datos antropológicos fundamentales, disuelve la identidad de la familia y desprecia cada vez más la vida humana más débil".

Tomado de: http://www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=265069

04 enero 2006

Regreso de la Sagrada Familia a Nazaret


El ícono de la Sagrada Familia

Muestra el regreso de la Santa Familia de Jerusalén a Nazaret, despues que el niño ha sido encontrado en el Templo. San José lleva a hombros a Jesús que se vuelve hacia su madre la Virgen María. Ella, "a lo largo del camino" le entrega el papiro con la palabra de su misión, donde se puede leer en griego, el principio del texto de Isaías 61, 1-2. "El espíritu del Señor está sobre mí pues me ha ungido...".

San José tiene en la cara los rasgos del siervo de Yahve "La faz de la Sábana Santa" como signo de que él prepara a Jesús a su misión de Siervo de Dios, que lleva el pecado del mundo (Is. 53); el hecho que Jesús adolescente sea llevado a hombros indica la importancia del padre en la Familia para introducir al joven en la vida adulta. El icono muestra la necesidad que tiene el padre en la Familia para que el hijo llegue a ser adulto como ha sido revelado por Dios en la Familia de Nazaret.

El gesto de San José que lleva Jesús a hombros se encuentra, aunque no sea común en la tradición iconográfica antigua, en los mosaicos de la Iglesia de Choree (XII) en Estambul donde en el regreso de Egipto a Nazaret, San José lleva al niño a hombros y su madre los sigue. El gesto es retomado por autores modernos, como Willian Dobson (1817-1878): en una de sus pinturas San José lleva a Jesús adolescente en el regreso a Nazaret despues del encuentro con los doctores de la ley en el Templo de Jerusalén (Tate Gallery de Londres).

El gesto de la Virgen que da al niño la Palabra, lo podemos encontrar en muchos iconos de la Iglesia Ortodoxa. Son los iconos llamados "Eleusa Kykkotissa". El nombre viene del monasterio de Kikko en Chipre, donde se ve la Virgen que lleva al niño, en sus brazos y que le ha dado el libro de Isaías. El icono de la "Eleusa Kikkotissa" se encuentra en muchos paises, como el monasterio de Santa Catalina de Siena en el Sinaí. Así el gran pintor ruso Simon Usciakov (s. XVI) pintó una bella Kikkotissa conservada en la galería Trejakov de Moscú.

El icono "El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret" mide 1x1'20 m. Sobre madera de encina, recubierta de pan de oro, está pintado al aceite por el pintor Francisco Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, por encargo del Pontificio Consejo para la Familia, con ocasión del II EMF en Río de Janeiro (1997). El icono fue ofrecido por el autor al Santo Padre y ha estado presente en todos los EMF posteriores.

Tomado de: http://www.wmf2006.org/es/wmf-hist-es.php

03 enero 2006

Carta del rector mayor de los salesianos


1 de enero de 2006
Solemnidad de la Maternidad divina de María

Queridisimos hermanos:

Les escribo al inicio del Nuevo Año, solemnidad de la Maternidad Divina de María, y les deseo un tiempo de gracia que nos haga crecer “en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres”, como Jesús.

Para entender adecuadamente el rol materno de María en relación con su hijo Jesús en toda su riqueza y profundidad, debemos partir del misterio central de nuestra fe: la Encarnación del Hijo de Dios que –con las palabras de Pablo– “se humilló a si mismo, tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres” (Flp 2, 7).

Esta radical humanidad del Emmanuel (Dios con nosotros), Jesucristo, implica un rasgo esencial del hombre: la historicidad, el hecho que el ser humano está en cambio, “se va realizando” a lo largo de la vida, y no está nunca ya “acabado”. Tal característica se encuentra presente también en Jesús, de quien dice el evangelio de Lucas que “crecía en sabiduría, edad y gracia delante de Dios y delante de los hombres” (Lc 2, 52). Esta perspectiva proyecta una luz maravillosa sobre María que –junto a José– ha tenido la misión de “educar a Jesús”, de ayudarlo a desarrollar la potencialidad de su ser humano en forma semejante a cuanto hace toda mamá con sus hijos. Ciertamente el caso de Jesús es único, porque su núcleo más profundo, que constituye su ser eterno, es aquel de ser Hijo del Padre Celestial. Ahora bien, esta filiación divina se desarrollo humanamente en él gracias a la acción educativa de María y, sin dudarlo, a José, que desarrollo la figura paterna dentro de la Sagrada Familia de Nazaret, un rol indispensable, junto a aquel de la madre, para la maduración plena del hombre.

He aquí, queridos hermanos, la misión más preciosa de la familia: ayudar a los hijos a alcanzar la plena estatura humana, aquella de Cristo. Desgraciadamente esta realidad de la familia, hoy se encuentra con el deber de enfrentar un desafío gigantesco, vale decir, recuperar su naturaleza y su misión.

Don Pascual Chávez V.
Rector Mayor

Fragmento tomado de: http://www.sdb.org/
Traducción del italiano: cenjosch

02 enero 2006

Un ejemplo a seguir


Fiesta de la Sagrada Familia

Ariano (AV), Italia. 27 de diciembre de 2005

La administración comunal, festeja las bodas de Oro – 50 años de matrimonio – de 75 parejas de Ariano desposadas en 1955. Un evento tan importante va compartido con toda la sociedad civil, como buen ejemplo sobre todo para las parejas jóvenes que se encaminan en este extraordinario recorrido que representa el matrimonio. Felicidades y los mejores deseos.

A las 18: 30 hrs la misa solemne en la catedral celebrada por Su Excelencia el Obispo Mons. Giovanni D’Alise, Obispo de Ariano.

En el curso de la ceremonia será entregado un pergamino como recuerdo de su unión.

Foto y artículo tomado de : http://www.comune.ariano-irpino.av.it/stampa/2005-12-27.htm

Traducción del italiano: cenjosch

Un nuevo enlace josefino

Te ofrezco otro enlace josefino que encontré. Me refiero al enlace de la Familia de San José. En este sitio, en francés, encontrarás algunas traducciones en castellano para que conozcas quien es esta familia de San José. En la página hay material relativo a San José, al Magisterio y otros temas pastorales.


Ve a los links de Congregaciones y asociaciones y allí encontrarás el enlace a la Familia de San José.

01 enero 2006

Una foto del Papa junto a San José que contempla a su Hijo


El Papa Benedicto VXI saluda a los fieles, frente al nacimiento, al terminar la ceremonia del Te Deum de Año Nuevo en la Plaza San Pedro, donde recordó a su predecesor Juan Pablo II, anoche.

Tomado del Pulso, Diario de San Luis. Versión electrónica. Domingo 1 de enero de 2006.

Una meditación para abrir el año



La Sagrada Familia

Dios quiso que su Hijo naciera en una familia. La Iglesia ha entendido desde su inicio que la familia de Nazaret es el modelo que debe inspirar la vida de las familias cristianas. En ella destaca con claridad la esencia de la familia como comunidad íntima y estable de personas, que nace de la comunión de corazones entre los esposos y se alimenta por un intercambio lleno de respeto y amor. Ahí se crean lazos sólidos, capaces de resistir las pruebas de la vida. Amor que une en diálogo íntimo y lleva a servir y proteger al otro. Respeto que lleva a admirar la grandeza y el misterio del otro. Sólo donde hay respeto y amor surgen vinculaciones plenamente humanas.

Algunas personas han dudado de la validez de este modelo debido a que en la Sagrada Familia está ausente la dimensión de intimidad sexual. Sin embargo podemos afirma que en ella está lo esencial y en forma muy destacada. Es verdad que el sexo contribuye a la comunión, pero sólo si expresa una donación espiritual. Más aún, una entrega del cuerpo sin comunión de los espíritus es una forma de mentira. La carencia de ese tipo de intimidad no atenta contra la comunión familia que resplandece en Nazaret. José se preocupa de María y de Jesús. Trabaja para alimentarlos y asume grandes riesgos para protegerlos. María, hacendosa, transforma la casa y el taller en hogar cálido y cuida, alimenta y educa al Hijo. Solidaria junto a su marido, lo acompaña en su azarosa trayectoria.

En un tiempo de pérdida de identidades y confusión de roles, Nazaret brilla como faro en la oscuridad. Ahí se presentan modelos siempre valederos de padre, madre e hijo. José asume su rol de padre cuidando y protegiendo a los suyos. No sólo es padre el que gesta vida biológica. Cada uno de nosotros necesita ser acogido y amado. Lo más importante es el apoyo afectivo y espiritual que el padre brinda a sus hijos. José es varón responsable, sabe tomar decisiones arriesgadas para conducir a los suyo. Sobrio, sencillo, cercano, servicial, sólido. María es presencia cálida y abnegada. Forma el ambiente de su hogar, y ayuda en su inserción social. En Caná, es presencia participativa y maternal. Está siempre atenta a las necesidades de los demás. Cristo, sujeto a sus padres, crece en edad y sabiduría ante Dios y los hombres. Se deja cuidar y educar, es abierto y dócil para recibir, aunque él mismo es la fuente de la vida.


P. Jaime Fernández M.

Tomado de: El Domingo, día del Señor. Año XXXI, N° 1621 Solemnidad Santa María Madre de Dios. 1° de enero de 2006.


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