Oratorio Sombra del Padre (II)

Segunda parte de Sombra del Padre

El oratorio que Monseñor Marco Frisina presentó ante el Papa Benedicto XVI el día 25 de febrero de 2006 lleva por nombre: Sombra del Padre. El oratorio está compuesto en 4 partes:

I El Justo
II Epifanía
III Nazaret
IV La casa del Padre
Te presento ahora la traducción de esta segunda parte del oratorio.

Sombra del Padre

II Epifanía

Jesús nació en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes.
Algunos magos llegaron de oriente a Jerusalén y preguntaban:

Magos:

¿Dónde está el rey de los Judíos que ha nacido?
Hemos visto surgir su estrella y hemos venido a adorarlo.

Al oír estas palabras, el rey Herodes quedó turbado y con el toda Jerusalén.
Reunidos todos los sumos sacerdotes y los escribas del pueblo,
se informaba de ellos sobre el lugar en el que debía nacer el Mesías.
Le respondieron:

Coro:

En Belén de Judea, porque así se escribió por medio del profeta:
de ti saldrá ciertamente un jefe
que apacentará a mi pueblo, Israel.

Entonces Herodes, llamando secretamente los Magos, se informó con exactitud por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella y los envió a Belén exhortándolos:

Herodes:

Vayan e infórmense con cuidado acerca del niño
y cuando lo hayan encontrado, háganmelo saber,
para que yo también vaya a adorarlo.

Oyendo las palabras del rey, ellos partieron.
Y he aquí que la estrella, que habían visto surgir, los precedía
hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde se encontraba el niño.
Al ver la estrella, ellos probaron una gran alegría.

Entrando en la casa, vieron el niño con María su madre,
y postrándose lo adoraron.
Después abrieron sus cofres y le ofrecieron como don oro, incienso y mirra.
Después, advertidos en sueños de no volver a Herodes,
volvieron a su patria por otro camino.

Ellos apenas habían partido, cuando un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo:

Ángel:

Levántate, toma contigo al niño y a su madre
y huye a Egipto, y quédate allá hasta que no te haya advertido,
porque Herodes está buscando el niño para matarlo.

José se despertó, tomo consigo al niño y a su madre en la noche y huyó a Egipto, en donde se quedó hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera aquello que había dicho el Señor por medio del profeta:

Coro:

De Egipto llamé a mi hijo.

Herodes, dándose cuenta de que los Magos se habían burlado de él, se enfureció
y mandó matar a todos los Niños de Belén
de dos años para abajo.

Coro:

Un grito se escuchó en Ramá,
Un llanto y un gran lamento;
Raquel llora a sus hijos
Y no quiere ser consolada, porque ya no existen.

José:

Oh Dios y padre nuestro, delante de ti me arrodillo
delante de ti de quien proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra,
dame la fuerza y el valor de proteger y custodiar
el tesoro inestimable que me has confiado.
La Madre y el Hijo, la Flor y su Fruto,
a fin de que los custodiara con mis manos débiles.
Haz que mi corazón se ensanche sin medida,
sepa gustar un poco de aquella paternidad
que de tu corazón infinito se irradia en eterno.
que yo sea tu sombra y tu reflejo,
que yo sea tu sonrisa y tu voz,
a fin de que el Hijo revele en el mundo la salvación del Padre.

El texto tomado de:

http://www.marcofrisina.com/daniela/Ombra%20del%20Padre.pdf

Traducción: cenjosch