Meditación de un obispo para el día de San José

San José: humilde y fiel

Muy queridos hermanos y amigos:

Hoy es la fiesta de San José, pero este año la Iglesia lo celebra mañana, lunes 20, pues la liturgia de Cuaresma tiene preferencia.

San José es un muy humilde siervo de Dios. En los Evangelios no encontramos ni una palabra suya. Vemos sí, sus actitudes, sus virtudes. Al darse cuenta que María está embarazada, no se lo puede explicar, ni tampoco quiere dudar de ella; menos aún la quiere condenar como pecadora. Ante esta situación sólo quiere desligarse con ella, con todo el dolor de su alma. Luego le viene la explicación aclaratoria. En sueño un Ángel le dice: “José, no temas llevar a tu casa a María, tu esposa, porque la criatura que espera es obra del Espíritu Santo”. Al despertarse José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.

Tuvo otros dos sueños, mensajes de Dios: huir a Egipto porque Herodes quería matar al Niño y luego cuando era tiempo de regresar a su ciudad de Nazaret. S. Mateo dice con toda naturalidad que “José hizo lo que le había mandado”. Así vemos a este siervo de Dios como una persona humilde, obediente, responsable, dedicado a cumplir su misión, sin ningún afán de brillar ante los demás. El gra predicador francés Bossuet dice que San José tenía la misión de esconder a Jesús y los Apóstoles al contrario, tenían la misión de revelarlo al mundo.

Me parece que cada uno de nosotros tiene esta doble misión, pues debemos “esconder a Jesús” en nuestros corazones viviendo en intimidad con Él, y de ahí reflejarlo a los demás con nuestras actitudes y hablar de ese gran Amigo y Salvador que hemos conocido... y que vino para todo el mundo.

San José es el Patrono de la Iglesia Universal. Es lógico pues si la Iglesia es el cuerpo de Cristo, como nos dice San Pablo es evidente que San José va a seguir cuidando al Jesús Total, que incluye a todos nosotros. Heremos e invoquemos a este admirable Santo; imitemos sus virtues. Pidámosle a él y a María , nuestra Madre, que bendigan nuestras familias y nos ayuden a todos a IMITAR A JESÚS, nuestro Hermano y Salvador.

P. Bernardo Bastres,

Obispo de Punta Arenas

Tomado del Boletín quincenal: Inspiración. Año XII, n. 334. Santiago, 19 de marzo de 2006.