200 años de Basílica dedicada a San José
San José de Flores
Nuestra Basílica de San José es la única en América de Sur que ha tenido el honor de la Coronación Pontificia de la imagen de San José, privilegio extraordinario concedido por el Papa Pío XII (recordemos que la coronación viene concedida sólo para las imágenes de Jesús y de la Virgen).
La devoción al Santo Carpintero San José es muy querida en Buenos Aires y entorno a la Basílica se ha ido, poco a poco, desarrollando una preciosa espiritualidad, que como un reloj marca la vida espiritual de este sincero y devoto pueblo de la capital argentina.
Por esto nuestros antepasados pensaron en una iglesia grande, bella, amplia y bien decorada por estucados, con imágenes, altares laterales con preciosos tejidos bordados con hilos de oro, y el altar mayor en mármol precioso. Entre tantas expresiones de arte sacro destacan las seis pinturas que representan episodios de la vida de San José. Monseñor Daniel Figueroa (párroco de 1910 – 1926) piensa pedir la elevación de la iglesia a Basílica, motivo parar el vuelve a poner mano a la restauración de la decoración interna. Las restauraciones terminan con el estucado del techo, la colocación de los frescos, los adornos, los nuevos frescos, y la colocación de las seis pinturas de la vida del Santo. Estos están ubicados así: dos en el presbiterio y dos en cada nave lateral. Cincos de estos fueron pintados por Ulises Pasan en Roma, entre 1910 y 1912, y llevaos a Buenos Aires para la fiesta del título de basílica. Con algo de retardo (1914) llegó la pintura que representaba la muerte del Santo. En el presbiterio se encuentran “El desposorio de la Virgen con San José” de Pasan, y la “Sagrada Familia en la casa de Nazaret”. Este último es de García y Estruch, pintado en Roma en 1910, copia del original de Gallard que se encuentra en la Iglesia de San Lorenzo en Roma.
En la nave izquierda, se encuentra la pintura del Nacimiento de Jesús con la firma de Passani en la esquina “Fecit Romae” A. D. 1912”. En una pequeña placa los donantes Emanuel Soriano y Matilde M. de Soriano. En el final de esta nave, sobre el altar dedicado a la Virgen de Luján, se encuentra la bella escena de la “Huída a Egipto” siempre de Pasan con un particular cartel que dice: “San José ruega por ellos”. Los detalles de esta pintura son bellísimos: la Virgen lleva a Jesús en brazos dormido, mientras San José guía a la Virgen en montada en un humilde burrito; los ángeles cubren a la Sagrada Familia con un dosel para que esté oculta a la vista de los soldados de Herodes, y las palmas, según una piadosa leyenda, se inclinan hacia abajo al paso de los santos viajeros. En la nave derecha, sobre el altar dedicado a la Virgen del Perpetuo Socorro, se encuentra la pintura de “Jesús entre los doctores”. Están aquí los padres de Jesús que encuentran al Hijo, después de tres días de búsqueda, absorto hablando con los doctores de la ley. La Virgen en primer plano parece llamar a Jesús y San José en segundo plano, en silencio, La pintura siempre de Pasan, ostenta la inscripción Hecha en Roma 1912 y reporta la inscripción: Santa María ruega por ellos.
Y para terminar, a mitad de la nave lateral derecha , se encuentra la sugestiva y realista “Muerte del Santo” – “Mors Justi” siempre pintada por Pasan en 1912. El fresco del techo de la nave central, representa la gloria de San José, que viene asunto en el cielo acompañado por los ángeles mientras el grupo de los Santos contempla su ascensión al cielo. Los Santos representados en la pintura son los mismo que se encuentran representados en los retablos de los altares laterales. En primer plano la niña mártir Santa Colomba, cuyas insignes reliquias llegaron a la Basílica en 1912, como don de Monseñor Sardi, obispo de Agnani.
El actual párroco P. Martín Bustamante, con la ayuda de la Congregación de San José, (instituida en abril de 1904) ha provisto la colocar la iluminación de la Basílica ofreciendo a todo el ambiente un aspecto cálido y acogedor, que invita al recogimiento y la oración.
Luis Avellaneda
Tomado de: La Santa Crociata in onore di San Giuseppe, n. 5, maggio 2006, pp. 26-27.
Nuestra Basílica de San José es la única en América de Sur que ha tenido el honor de la Coronación Pontificia de la imagen de San José, privilegio extraordinario concedido por el Papa Pío XII (recordemos que la coronación viene concedida sólo para las imágenes de Jesús y de la Virgen).
La devoción al Santo Carpintero San José es muy querida en Buenos Aires y entorno a la Basílica se ha ido, poco a poco, desarrollando una preciosa espiritualidad, que como un reloj marca la vida espiritual de este sincero y devoto pueblo de la capital argentina.
Por esto nuestros antepasados pensaron en una iglesia grande, bella, amplia y bien decorada por estucados, con imágenes, altares laterales con preciosos tejidos bordados con hilos de oro, y el altar mayor en mármol precioso. Entre tantas expresiones de arte sacro destacan las seis pinturas que representan episodios de la vida de San José. Monseñor Daniel Figueroa (párroco de 1910 – 1926) piensa pedir la elevación de la iglesia a Basílica, motivo parar el vuelve a poner mano a la restauración de la decoración interna. Las restauraciones terminan con el estucado del techo, la colocación de los frescos, los adornos, los nuevos frescos, y la colocación de las seis pinturas de la vida del Santo. Estos están ubicados así: dos en el presbiterio y dos en cada nave lateral. Cincos de estos fueron pintados por Ulises Pasan en Roma, entre 1910 y 1912, y llevaos a Buenos Aires para la fiesta del título de basílica. Con algo de retardo (1914) llegó la pintura que representaba la muerte del Santo. En el presbiterio se encuentran “El desposorio de la Virgen con San José” de Pasan, y la “Sagrada Familia en la casa de Nazaret”. Este último es de García y Estruch, pintado en Roma en 1910, copia del original de Gallard que se encuentra en la Iglesia de San Lorenzo en Roma.
En la nave izquierda, se encuentra la pintura del Nacimiento de Jesús con la firma de Passani en la esquina “Fecit Romae” A. D. 1912”. En una pequeña placa los donantes Emanuel Soriano y Matilde M. de Soriano. En el final de esta nave, sobre el altar dedicado a la Virgen de Luján, se encuentra la bella escena de la “Huída a Egipto” siempre de Pasan con un particular cartel que dice: “San José ruega por ellos”. Los detalles de esta pintura son bellísimos: la Virgen lleva a Jesús en brazos dormido, mientras San José guía a la Virgen en montada en un humilde burrito; los ángeles cubren a la Sagrada Familia con un dosel para que esté oculta a la vista de los soldados de Herodes, y las palmas, según una piadosa leyenda, se inclinan hacia abajo al paso de los santos viajeros. En la nave derecha, sobre el altar dedicado a la Virgen del Perpetuo Socorro, se encuentra la pintura de “Jesús entre los doctores”. Están aquí los padres de Jesús que encuentran al Hijo, después de tres días de búsqueda, absorto hablando con los doctores de la ley. La Virgen en primer plano parece llamar a Jesús y San José en segundo plano, en silencio, La pintura siempre de Pasan, ostenta la inscripción Hecha en Roma 1912 y reporta la inscripción: Santa María ruega por ellos.
Y para terminar, a mitad de la nave lateral derecha , se encuentra la sugestiva y realista “Muerte del Santo” – “Mors Justi” siempre pintada por Pasan en 1912. El fresco del techo de la nave central, representa la gloria de San José, que viene asunto en el cielo acompañado por los ángeles mientras el grupo de los Santos contempla su ascensión al cielo. Los Santos representados en la pintura son los mismo que se encuentran representados en los retablos de los altares laterales. En primer plano la niña mártir Santa Colomba, cuyas insignes reliquias llegaron a la Basílica en 1912, como don de Monseñor Sardi, obispo de Agnani.
El actual párroco P. Martín Bustamante, con la ayuda de la Congregación de San José, (instituida en abril de 1904) ha provisto la colocar la iluminación de la Basílica ofreciendo a todo el ambiente un aspecto cálido y acogedor, que invita al recogimiento y la oración.
Luis Avellaneda
Tomado de: La Santa Crociata in onore di San Giuseppe, n. 5, maggio 2006, pp. 26-27.
Traducción del italiano: Cenjosch
posted by cenjosch @ 11:26 a.m.
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