San José

Diario digital del Centro Josefino de Chile

15 mayo 2006

Una Beata que amó a San José

Beata María Teresa de San José (Ana María Tauscher van den Bosch) Fundadora

Sandow, Alemania, 19 de junio 1855 – Sittard, Holanda, 20 de septiembre de 1938

María Teresa de San José (en el siglo María Tauscher van den Bosch), fundó la Congregación de las Hermanas Carmelitas del Divino Corazón de Jesús, fue declarada venerable el 20 de diciembre de 2002 y el milagro para su beatificación fue reconocido el 19 de diciembre de 2005. La solemne ceremonia de beatificación tuvo lugar el 13 de mayo de 2006 en la Catedral de Roermond (Países Bajos) presidida por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos.

María Tauscher van den Bosch nació el 19 de junio de 18555 en Sandow, en Brandenburgo, hoy en territorio polaco, de padres luteranos profundamente creyentes. Su padre era un pastor de la Iglesia Evangélica. Sin embargo, a un cierto punto, insatisfecha de la religión del padre Ana María llegó a la Iglesia Católica. Esto sucedió el 30 de octubre de 1888, cuando hizo su profesión de fe tridentina en la Iglesia de los Santos Apóstoles en Colonia. Esta meditada decisión, sin embargo, le trajo numerosas humillaciones y sufrimientos, al grado de ser expulsada de la casa paterna y despedida de su oficio de directora del Hospital psiquiátrico de Colonia.

Quedando así sin casa y sin trabajo, abandonada por todos, Ana María vagó mucho antes de llegar a un asilo junto a un Instituto religioso. Sucesivamente trabajó como dama de compañía con una familia. Fue entonces que la joven se dio cuenta como en las calles de Berlín tantos niños, por lo general hijos de italianos muy ocupados en el trabajo para cuidar la familia, fueron miserablemente abandonados a sí mismos. Movida a compasión, empezó, así, a tener cuidado de ellos. Para poder realizar este arduo fin decidió fundar una comunidad religiosa: la Congregación de las Hermanas Carmelitas del Divino Corazón de Jesús. Inició su primera Obra junto a Berlín, donde el 2 de julio de 1891 abrió una primera casa, que bautizó Casa para los sin casa y el 1° de agosto empezó a acoger a los primeros tres niños pobres, más allá de reunir entorno a sí otras compañeras deseosas, como ella, de prestar apoyo a los más desafortunados.

Su caridad no se limitó; sin embargo exclusivamente a los niños. Madre María Teresa de San José, este es el nombre en religión tomado por ella, se hacer cargo también de los ancianos, de aquellos que estaban solos, abandonados, lejanos de la Iglesia, de los emigrantes, de los simples trabajadores que en cierto modo se encuentran a estar sin techo.

En 1897 aconteció su admisión al Carmelo en la Casa General de los Carmelitas Descalzos. Fundó después la primera casa en Holanda en 189, el primer noviciado en Sittard en 1899 y otro noviciado en Maldon en 1901. Su gran devoción por San José, la impulsó a poner todas las casas de la Obra bajo la protección del Esposo de María.

En 1903 ejecutó el primer viaje a Roma y después de algunos meses se fue a Cremona para dar inicio a la actividad en favor de los niños pobres, en la casita del honorable Hector Sacchi. En 1904 la Madre María Teresa de San José volvió por tercera vez a Roma para inaugurar la Casa Madre en Rocca di Papa, abierta con la ayudo del Cardenal Francisco Satolli y por los Carmelitas Descalzos. Fue justamente en tal ocasión que la congregación recibe su denominación definitiva, ya antes citada.

Después de 10 años su obra se había extendido en varias partes de Europa y también en América, con la primera casa en Milwaulkee. El carisma de la madre fundadora consistía en poner el espíritu contemplativo del Carmelo al servicio activo del apostolado directo. De este modo respondió con generosidad a la llamada de Dios y a las exigencias de su tiempo. “Esta unión de oración y de servicio constituye nuestra vida y misión, además de nuestro don a la Iglesia y el mundo” dice la Constitución de la congregación el sexto punto. Con tal propósito, la fundadora solía advertir a sus hermanas diciendo: “Nosotras no debemos contentarnos de ser sólo tabernáculo de Dios, sino instrumentos de Dios de los cuales el Divino Salvador pueda servirse para la salvación de las almas”. Madre Teresa de San José sostenía la necesidad de acoger a los hijos de la Iglesia que han perdido el verdadero camino y están en búsqueda de consolación. “Toda Carmelita del Divino Corazón de Jesús debe, como un ángel de consuelo y de paz, bajar de las alturas del Carmelo a los hombres, cargados de dolor y sin paz”, solía afirmar.

Madre María Teresa de San José expiró finalmente el 20 de septiembre de 1938 en Sittard, en Holanda. Fue declarada “venerable” el 20 de diciembre de 2002 por Juan Pablo II y un primer milagro ocurrido por su intercesión viene reconocido el 19 de diciembre de 2005. La solemne ceremonia de beatificación ha tenido lugar el 13 de mayo del 2006 en la Catedral de Roermond (Países Bajos), presidida por el Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos.

Fabio Arduino

Traducción del italiano: Cenjosch


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