San José

Diario digital del Centro Josefino de Chile

12 marzo 2007

San José en el Retiro del Clero de Santiago. Primera parte



En el Retiro del Clero de Santiago realizado en Punta de Tralca del 4 al 9 de marzo de 2007 el Rector General de la Orden de la Madre de Dios el padre Francesco Petrillo en su tercera meditación trató el tema: José discípulo y misionero en la senda de María. Esta meditación la compartió el día 6 de marzo de 2007.

Te ofrezco la primera parte de esta tercera meditación.


III Meditación

José discípulo y misionero en la senda de María

(La pedagogía mariana en la formación de los discípulos de Jesucristo).

En la senda de José de Nazaret discípulo y misionero.

En nuestra última meditación hemos terminado afirmando la necesidad de hacer memoria de María discípula y de vivir con María como discípulos del Señor. Resulta casi espontáneo pensar en ese discípulo tan especial que fue José de Nazaret, por quien esta vía mariana al discipulado constituyó su cotidiano seguimiento y personal respuesta al acontecimiento de la encarnación. Allí el protagonismo de José de Nazaret se revela como dinámica de un auténtico discípulo que está llamado a una vocación-misión que tiene como centro el misterio de la encarnación salvífica de la cual María es parte integral.

La revelación del Ángel introduce a José en el misterio de la maternidad de María y origina en el una auténtica peregrinación de la fe y un actuar misionero que son orientaciones inspiradoras permanentes para toda la comunidad de los discípulos. En cierto sentido se puede hablar de José de Nazaret como del primer discípulo que en su itinerario de fe y respuesta personal al designio de Dios, recorre una “vía mariana”. Con él, en rigor de lógica, empieza la espiritualidad mariana, entendida no como estrategia comunicacional, hacer devocional o vacío pragmatismo, sino de una adhesión profunda y personal a Cristo, a tal punto de ser capaz de invertir todo lo suyo en Cristo y, con y como María, volverse protagonista de una historia de vida y de esperanza para toda la humanidad. Existe una profunda analogía entre la colaboración de María a la salvación y la colaboración de José de Nazaret, siempre como figura de la misión y colaboración de todo discípulo que me parece oportuno recuperar como modelo “humilde y maduro” para nuestra pastoral mariana.

El comentario que Juan Pablo II hizo de Mateo 1, 18-25 en la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos (15 de agosto de 1989), se articula en armonía con la nueva visión pos-conciliar de interpretar la figura de María, y por lo tanto también de José, en una línea antropológica, espiritual y eclesial. El leif-motiv sea de la Encíclica Redemptoris Mater como de la Redemptoris Custos, es la “peregrinación de la fe” que exige un camino de obediencia a Dios que se revela”.

El trozo evangélico de Mateo 1, 18-25, que en el pasado los Padres leían en otros contextos y con otras conclusiones[1] puede ser hoy vuelto a leer en un contexto nuevo y una nueva impostación, o sea como paradigma de todo discípulo que se encuentra ante el misterio de la Virgen-Madre, es introducido en su comprensión e está llamado a actuar en manera consecuente.

[1] Cf. E. M. Toniolo, Mt 1, 18-25.: Testimonianze patristiche, en Theotókos III (1995/1) 39-87.

Agradecemos al P. Gabriel Rodríguez Celis, mj el proporcionarnos el material y conseguir que el padre Petrillo, amablemente, diera permiso de compartir sus preciosas reflexiones a través de este medio.


Click here to get your own player.

..Visitas desde el 29ago2007..