San José

Diario digital del Centro Josefino de Chile

20 mayo 2009

PRIMERO DE MAYO EN SANTIAGO DE CHILE.


En el Bicentenario de la Independencia de Chile ofrezcamos al Señor en la fiesta de San José Obrero un gran acuerdo nacional por el trabajo digno.


En su altar, con el Jesús que tiene en sus manos la azucena transformada en Shofar para sonar el Jobel que convoca al permanente año de Gracia y Solidaridad, estaba la imagen de san José de la catedral de Santiago de Chile, y los josefinos y josefinas que vivimos en Chile para dar a conocer a san José y colaborar en la Evangelización en estas tierras australes.



************************


Como todos los años, la Vicaría de los Trabajadores convocó una vez más a los obreros y fieles a celebrar la fiesta de san José Obrero, presididos por el Señor Cardenal Arzobispo de Santiago, vicarios episcopales, sacerdotes, devotos de san José y autoridades sindicales y del Gobierno pertenecientes al mundo del trabajo.

El histórico conjunto de Perales ejecutó la Misa de los trabajadores del P. Estaban Gamucio, entre cuyos cantos está el hermoso canto de comunión en que se recuerda a la Señora María como la esposa de San José: Señora de san José tejedora de chalecos, para ayudar a su sueldo madre de los brazos firmes, tan animosa y humilde consejera de humillados, tiene los pies cansados de tanto buscar carbón, va nuestro pueblo a su lado aprendiendo la lección.

El P. Tupper, vicario de los trabajadores al iniciar la celebración dio la bienvenida a los asistentes:
“Como Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores me alegra profundamente recibir en este templo catedral a tantos representantes de nuestra sociedad: líderes sindicales, trabajadores y trabajadoras, líderes políticos, jefes y jefas de hogar, jóvenes, autoridades nacionales, obreros que construyen la línea 5 del metro, hermanos refugiados provenientes de Colombia y otros países más lejanos, trabajadores cesantes, religiosos, todos juntos para celebrar la dignidad del trabajo humano, la festividad de San José Obrero que el papa Pío XII instituyó hace 54 años. San José, el maestro de la responsabilidad, maestro del servicio, que guió las manos del joven Jesucristo en la primera transformación del mundo que hizo el Señor: el trabajo manual en el taller de Nazareth.”

Por su parte, el Señor Arzobispo en la homilía en la que destacó la Doctrina Social de la Iglesia y del Documento de Aparecida, refiriéndose a nuestro Santo dijo:

Convocados por el Maestro de Nazaret nos reunimos en torno a su altar para honrar a San José Obrero y recordar la familia que formó con su esposa María, como también su taller artesanal, en el cual aprendió y practicó su hijo Jesús el mismo oficio de carpintero de su padre.

No fue un hecho casual que Jesucristo naciera y creciera en ese hogar y en esas circunstancias. Así lo quiso el Padre de los cielos en su infinita sabiduría y bondad. El Hijo de Dios vendría a este mundo como nuestro hermano y salvador, y se haría semejante a nosotros en todo menos en el pecado, y de una manera muy especial, semejante a los trabajadores que se ganan el pan de cada día con el esfuerzo de sus manos y el sudor de su frente.

Recordando a San José Obrero, ese hombre justo y fiel que escogió Dios como padre adoptivo para su propio Hijo, y admirando su espíritu de servicio y su opción permanente por cumplir la voluntad de Dios, conmemoramos asimismo el Día Internacional del Trabajo. La Iglesia no puede olvidar su cuna en casa de un carpintero, ni la vocación sublime de cada ser humano, de colaborar con Dios para crear con él, guiados por su mano, un mundo más humano para todos.

Por eso invocamos al Señor, por la intercesión de San José Carpintero, Patrono de este día del trabajo, como se lo pedimos en la Oración Colecta de esta Misa: “Padre Dios,Creador de las personas y las cosas, Tú has establecido la ley del trabajopara el desarrollo de la persona humana. Concédenos que ayudados por el ejemplo y la protección de San José, realicemos las obras que nos encomiendasy obtengamos la recompensa que Tu mismo nos prometes”.
Que los apóstoles del Señor Jesús -pescadores artesanales, constructores de tiendas de campaña, labradores y recaudadores de impuesto - nos inspiren con su testimonio para lograr ser plenamente discípulos misioneros del Señor. Que San José Obrero, varón justo y solidario, nos sostenga en las horas de fatiga, y San Alberto Hurtado nos inspire en nuestro empeño por la ayuda fraterna y la justicia social. Y que Nuestra Señora del Carmen, Madre de nuestra Patria, sea Madre de nuestra esperanza y de nuestra alegría, de nuestra unidad y de nuestros compromisos solidarios, y que sea nuestro amparo en medio del sufrimiento y el dolor. Que su compañía materna ilumine nuestros esfuerzos, como lo hizo con su hijo, Jesús, el Carpintero de Nazaret.

“Invitamos a todos para el en el Bicentenario podamos ofrecer al Señor en la fiesta de San José Obrero un gran acuerdo nacional por el trabajo digno”, dijo el Cardenal Errazuriz al terminar su homilía.


Click here to get your own player.

..Visitas desde el 29ago2007..